Editorial ARPAS
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Las declaraciones públicas de respaldo de personeros del PCN y PDC a Nayib Bukele, y desencuentros entre PCN y ARENA en temas como la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, revelan una crisis creciente en la coalición de partidos de derecha que respalda la candidatura presidencial del empresario Carlos Calleja.
Alcaldes y concejales pedecistas, y líderes pecenistas, desafiaron a las cúpulas de sus partidos y respaldaron al aspirante presidencial de GANA. Según dijeron, la decisión de apoyar al candidato arenero no fue consultada con las bases.
A esto se suman las discrepancias internas en ARENA por la candidatura de Carmen Aída Lazo, compañera de fórmula de Calleja. Un exprecandidato presidencial, fundadores y otros referentes areneros cuestionan duramente la designación de esta empleada del Grupo Poma, quien no ha podido sumar apoyos al partido oligárquico.
El objetivo de ARENA es ganar en primera vuelta, porque en la segunda perdería fácilmente si Bukele y FMLN juntaran sus votos o si se impusiera la lógica de “todos contra ARENA”. Por eso obligó a las dirigencias corruptas del PCN y PDC a formar un bloque electoral, y nombró a la exdecana de la ESEN para atraer votos de sectores profesionales y “clasemedieros” descontentos con los gobiernos del FMLN.
Pero la estrategia del partido oligárquico ha sido fallida, pues sigue segundo en las encuestas y sin posibilidades reales de levantar cabeza. La corrupción del expresidente Antonio Saca, el último gobernante arenero, afecta gravemente la credibilidad y la imagen de ARENA y su fórmula presidencial. Y, en la medida en que la derrota arenera sea inminente, la crisis de su alianza electoral será aún mayor.
A ARENA también le afecta su negativa de pedir perdón por el magnicidio de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, crimen horrendo perpetrado por su fundador Roberto d’Aubuisson; así como también su empecinado interés de privatizar el agua, malvado propósito que también apoyan PCN y PDC, incluso, GANA, partido que postula a Bukele, apoya la propuesta de ley privatizadora presentada por la ANEP.
Así, la crisis en aumento de la coalición de derecha para los comicios presidenciales de 2019 es, en cualquier caso, una buena noticia para el país, pues un eventual triunfo de ARENA y sus secuaces del PCN y PDC significaría la reedición del gobierno corporativo, patrimonialista, autoritario y corrupto que imperó entre 1989 y 2009.