Washington/AFP
El presidente Donald Trump parece estar decidido a aplicar la semana próxima aranceles a las importaciones de acero y aluminio sin excepciones para los aliados, expresó el secretario de Comercio estadounidense el domingo.
«Sé que ha tenido conversaciones con diversos líderes mundiales», dijo el Secretario de Comercio Wilbur Ross en el programa «This Week» de la cadena ABC.
«La decisión, obviamente, es suya, pero hasta el momento, hasta donde yo sé, él está hablando de un abanico bastante amplio» de tarifas.
Trump encendió temores de una guerra comercial internacional y una protesta de los socios comerciales de Estados Unidos cuando anunció precipitadamente hace poco aranceles generales de 25% para el acero importado y de 10% para el aluminio.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo que planteó su «profunda preocupación» sobre estas tarifas en una llamada telefónica a Trump este domingo, según su oficina.
Ross adelantó que se esperaba que entraran en vigencia la semana que viene y restó importancia al impacto de las medidas retaliatorias contra la economía estadounidense.
Indicó en ese sentido que 9.000 millones de dólares en aranceles de Estados Unidos serían apenas una fracción del 1% de la economía del país.
«Entonces, la idea de que ello destruiría muchos puestos de trabajo, que haría aumentar los precios, alteraría las cosas, es equivocada», dijo.
«En cuanto a la idea de represalias, puede haber algún tipo de represalia, pero las cantidades de las que están hablando también son bastante triviales», opinó. «Son unos 3.000 millones de dólares en bienes a los que los europeos han estado expuestos, bueno, en nuestra economía de porte, esa es una pequeña fracción, del 1%», acotó.
La Unión Europea ha dicho que está elaborando medidas dirigidas contra las principales marcas estadounidenses, como la fabricante de motos Harley-Davidson y las prendas Levi’s, mientras que China advirtió que «no se quedará de brazos cruzados» si sus intereses se ven perjudicados.
De su lado, Canadá, que tiene más que ver con las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, calificó las tarifas arancelarias como «inaceptables».