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Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
Tatiana Portillo no solo lucha en las duelas representando el azul y blanco en competencias internacionales, sino que también lo hace colaborando con sus servicios profesionales en un hospital capitalino, donde se lucha por contrarrestar la pandemia del COVID-19.
Portillo, quien está en la fase final para obtener el título del técnico en Enfermería, se encuentra ejerciendo en el área de ginecología, pero está alerta y dispuesta en caso de que, tarde o temprano, pase a la “primera línea” de la emergencia nacional.
Tatiana Portillo reconoce que su ejercicio profesional es una lucha más difícil que la deportiva, pues sus horarios comprenden de turnos de 24 horas y sin recibir remuneración. Pero la lucha no termina cuando sale del hospital, sino que debe continuar en casa, al tener que atender a su pequeño hijo y los interminables oficios hogareños.
Al consultarle de dónde proviene su vocación por esta noble, sacrificada e incomprendida profesión, Portillo contó que nació “en una familia de escasos recursos y muchísimas necesidades, pero que me enseñó a que si alguien necesita ayuda, y pueda hacerlo, debo hacerlo”.
En consecuencia, la atleta de luchas se decantó por la Enfermería, porque ahí puede “poner en práctica lo que mi familia me enseñó, ayudando a quienes necesiten de mis cuidados, sin importar que no siempre reciba las gracias”. Tatiana Portillo tiene fe de que Dios la recompensará por su labor y ahora, más que nunca, está convencida de que su amor y solidaridad por el prójimo le permitirán graduarse en el Instituto Tecnológico Escuela Técnica para la Salud y también proseguir con su carrera deportiva, donde ha llegado a escalar a nivel panamericano.
Así como la luchadora, otros atletas de la alta competencia también han llamado la atención por formar parte del sistema de salud que está batallando en primera línea para detener la pandemia del COVID-19.
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