Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
En la Plaza Gerardo Barrios, frente a Catedral Metropolitana, Katherine, de 9 años de edad, vende bolsitas de maicillo para que el turista, sea nacional o extranjero, alimente a una bandada de palomas que polulan en el lugar.
“Si, estoy estudiando, pero ayudo en la casa con la venta de estos granos de maicillo y, también, tomo las fotos que ellos (turistas) quieren que les haga, mientras les dan de comer, también les hago videos”, dice Katherine, al hablar de su pequeño emprendimiento, y que sus clientes se vayan satisfechos por la interacción con esta fauna urbanizada.
Mientras, busca sus clientes, no dejó de intrigarse por un grupo de jóvenes que llegaron con sus caballetes y fotografías. Eran voluntarios de TECHO, antes “Un Techo para nuestro País”, explicó Jafed Morales, director general de TECHO.
“TECHO es una organización que está presente en Latinoamérica y trabaja con comunidades en extrema pobreza, con un voluntariado juvenil y con organizaciones y empresas que confían en nuestro trabajo·, dijo.
“Nosotros como organización tenemos diferentes proyectos, por los cuales nos reconocen, como la construcción de viviendas de emergencias, las que están destinadas para personas que viven en extrema pobreza”, explicó Morales.
De acuerdo con la reciente investigación de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO), 4 de cada 10 salvadoreños (42.9%) expresaron que la “situación económica de su familia empeoró” (tomado de la Encuesta Coyuntural 2023). Y un 72.8% de los encuestados expresaron que aspectos relacionados con la “economía” se perfila como el “problema más grave del país”.
Mientras, la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM), de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (ONEC) dio cuenta del aumento de la “pobreza monetaria extrema” para el año 2022, agregando que el 8.6%& de la población salvadoreña vive en “pobreza extrema”.
Jafed Morales compartió que para este año han estado construyendo “viviendas de emergencia”, como en Comunidades Unidas, municipio de Tepecoyo, La Libertad. También se encuentran impulsando la campaña “El Efecto Techo Pequeñas Acciones Construyen Grandes Cosas”, para colectar fondos que les servirán para construir otras 15 viviendas el próximo mes de diciembre en el mismo municipio de Tepecoyo.
“También, tenemos otras soluciones habitacionales para otros grupos de la sociedad, pero por la que más nos han reconocido, es por la vivienda de emergencia. Sin embargo, hacemos mucho más proyectos en el territorio nacional con el establecimiento de las capacidades de las personas que viven en las comunidades”, expresó.
La vivienda se constituye en uno de los más graves problema de la población de escasos recursos en El Salvador. En la Encuesta de Usos Múltiples (DIGESTYC) de 2018 señala que un 38.8% no disponía de una vivienda propia en este momento.
Mientras, en 2022, una nueva encuesta registró que hay más de 1.92 millones de hogares que son propietarios (979 mil 611) , que puede ser un apartamento, casa, pieza de mesón o vivienda improvisada y con un hacinamiento del 49.6%, que indica que 3 personas viven con un sólo dormitorio.
“No nos gusta victimizar, pero escogemos para las viviendas de emergencia a aquellas familias que su casa tiene piso de tierra y que las paredes son pedazos de plásticos, palos, lámina y cartón. Estas son las familias a las que ayudamos con la vivienda de emergencia”, indicó.
“TECHO tampoco construye viviendas en zonas de alto riesgo porque no podemos exponer a una familia, y cuando encontramos a una comunidad en esa situación de peligro, entonces, articulamos con la municipalidad para buscar una solución para el asentamiento, y si no hay problemas de sobrevivencia de esa familia o comunidad construimos en ese lugar”, acotó Morales.
Para el director de TECHO, el tema de la pobreza continúa en la mesa de sus proyectos, aunque reconoció que actualmente la problemática no se está tocando a fondo y que la necesidad de la vivienda mínima es apremiante.
“Nadie está viendo este tema actualmente, claro, hay grandes construcciones de complejos habitacionales, pero están orientados hacia otros estratos sociales y que la mayoría de salvadoreños no podremos accesar, entonces, vamos a seguir luchando y trabajando por las familias en pobreza extrema que han sido olvidadas”, indicó.
“Tenemos la vivienda de emergencia para familias en situación urgente, la vivienda transitoria, esta es para personas que tienen un poco más de seguridad legal del terreno y tenemos la vivienda definitiva, esa tiene los mínimos de vivienda digna, es de concreto, bloques y estructura de hierro”, manifestó.
José Juárez, de 84 años de edad, se acercó a la muestra de fotografías de TECHO, y de inmediato expresó: “Al ver estas fotos sólo puedo decir que es como soñar despierto, son casas tan lindas”, tras agregar que por su edad no podría trabajar para construir una para su familia, pero expresó su alegría que fueran jóvenes los que estuvieran impulsando este proyecto.
“Me alegra y enorgullece que sean jóvenes los de esta iniciativa, yo estoy cerca de la meta con 84 años, quisiera tener 20 años para sumarme a esto y construir la casa de mi familia”, expresó Juárez.
TECHO inició la iniciativa de un grupo de estudiantes salvadoreños de intercambio en Chile, en el año 2001, y trajeron la idea, luego de reunirse con los fundadores de esa iniciativa chilena.
“El 8 de agosto, exactamente en 2001, se construyeron las primeras nuevas viviendas en Cojutepeque. Así crecimos y estamos en 18 países en Latinoamérica, actualmente”, puntualizó Morales.
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