Saúl Vicente León Dubón
Apesar de que ambos candidatos son de origen cubano, capsule ninguno de ellos ha demostrado una afiliación hacia sus raíces hispanas. Con una retórica populista anti inmigrante y haciéndose llamar “ultra conservadores evangélicos” (en el caso de Cruz), buscan defender los valores de la derecha extrema. Los dos son candidatos importantes del partido republicano, Cruz se encuentra en segundo lugar por la nominación detrás de Donald Trump y en el caso de Rubio tuvo que renunciar a su candidatura tras perder en el estado de Florida.
Cuando Barack Obama fue el candidato del partido Demócrata las dos pasadas elecciones presidenciales, el voto que recibió por parte de la comunidad afroamericana fue casi unánime. Tanto en 2008 como en 2012, la votación en favor del actual presidente de parte de la población de raza negra fue entre el 95% y 96%. Estos números fueron una importante cuota para que Obama ganara la presidencia en ambas ocasiones. Si nos dejamos lleva por esa lógica, en el caso de los candidatos de origen hispano, estaríamos diciendo que Rubio y Cruz tendrían el apoyo de los 27 millones de votantes hispanoamericanos. Sin embargo, esto dista mucho de la realidad, que se basa en el hecho que la comunidad hispana no se reduce a un solo núcleo, sino que está fragmentada por el origen diferente de todas las nacionalidades de donde provienen.
Ninguno de los dos candidatos tendría el apoyo mayoritario de la población hispana en el caso de una elección directa con un contendiente demócrata. Los últimos dos candidatos republicanos no lograron más del 30% del voto hispano en la elección general y por tanto perdieron sus elecciones. Ted Cruz se encuentra en la misma disyuntiva, donde no alcanzaría un voto sustancial de los hispanos. El problema de mayor relevancia que afecta a los hispanoamericanos según las encuestas es la economía, el desempleo y falta de oportunidades. Sin embargo, el tema de la legalización de los hispanos sin documento se vuelve vital y trasciende las ideologías tradicionales. Podemos decir que el sistema político norteamericano se define entre los liberales y conservadores. Usualmente los liberales están en favor del aborto, las bodas entre miembros del mismo sexo, intervención extendida del estado en la economía y aumento de impuestos en general. Los conservadores se oponen al aborto, las bodas gays y son proponentes del neoliberalismo. Los hispanos están divididos en estos dos grupos también, aunque siendo la mayoría de religión católica o protestante, podríamos decir que en cuanto a ideología los hispanos se parecen más a los conservadores. Pero, esto cambia al momento de hablar de los que no tienen documentos legales. No existe persona hispana en Estados Unidos que no conozca de un amigo, conocido o familiar que está sobreviviendo bajo la sombra de no tener documentación legal. Además, muchos de los que ahora pueden votar y tienen derechos constitucionales fueron en su momento personas sin documentos y esa simpatía y afiliación es determinante al momento de ejercer el voto.
Entonces, ¿a quien representa Cruz o Rubio en sus posturas? Mayoritariamente a los conservadores blancos. Los cubanos tienen simpatías por ambos candidatos, quienes tienen una fundación anti castrista, ambientada en la guerra fría. También, los cubanos son un grupo aparte entre los hispanos, el hecho que en su mayoría ellos tienen documentación legal, no comparten los sufrimientos y penas que tiene que enfrentarse el inmigrante promedio que viene de Latinoamérica. Aunque podrían tener el voto de los cubanos, este no sobrepasa el 10% del electorado entre los hispanos.
Uno de los candidatos que despertó simpatías en el electorado republicano después de la renuncia de Jeb Bush fue Marco Rubio, quien perdió su elección por diversos motivos, el último de ellos fue el no conseguir el estado de Florida, de donde es senador, no obtuvo el apoyo de los cubanos de ese estado ni de los electores que lo eligieron como senador. En cuanto a los resultados, no logró delegados en estados clave y eso significa que los patrocinadores comienzan a retirarse si un candidato no “despega” con victorias mientras transcurre el tiempo en la campaña electoral. En los debates contra sus oponentes, Rubio al igual que Cruz han radicalizado su retórica para ponerse a la par de Trump. El argumento principal de Rubio era quien podría enviar y luchar contra los indocumentados que estaban destruyendo Estados Unidos, un mensaje que resultó ser sin efecto y hueco, ya que no convenció ni a los ultra conservadores ni a los hispanos. La única nota triste en el caso de Rubio es que entre él y Ted Cruz, Rubio si se siente orgulloso de su raíz hispana, habla español, ha tratado de pasar una ley en favor de la legalización y quizás el si hubiera sido elegido presidente, hubiera cambiado su postura radical y hubiera buscado la legalización de los indocumentados.
Volviendo al caso de Ted Cruz, por el momento es la única opción real frente a Donald Trump. Ha ganado 8 estados y obtenido 423 delegados de 1237 que necesitan para ganar la nominación. De origen cubano, cambió su nombre de Rafael a “Ted” para ser aceptado dentro de la comunidad anglo, no habla español y rehusa a identificarse con la raíz hispana. Su padre es un pastor evangélico anti castrista y es mencionado en cada debate o aparición pública de Ted, quien hace alusión de como su padre vino con poco dinero en su bolsillo y consiguió realizar su sueño americano. La historia de su padre contrasta seriamente con su posición frente a la inmigración ilegal, donde se declara un férreo defensor de la ley, y que como tal, todos los que no tienen documentación tienen que ser deportados del país y aunque no habla de un muro con la frontera de México, no se muestra contrario a dicha idea. La doble moral aflora en Ted Cruz, se le olvida que él no pudiera estar en este país si no hubiera sido porque su padre haya venido “ilegalmente” en su momento.
Un último aspecto sobre Cruz es su posición defensora del ala ultraderechista del partido Republicano, representado por el famoso “Tea Party”, Cruz ha sido un férreo opositor de las políticas del presidente Obama y ha declarado que revocará todas las órdenes ejecutivas, entre las que se encuentra la medida de los “Dreamers” (soñadores), que permite a jóvenes sin documentos tener acceso a la educación universitaria. Algunos analistas consideran que Cruz es un candidato menos pragmático que Trump y que no cambiaría sus posturas si llegará a ser presidente.
Ni Ted Cruz ni Marco Rubio parecen tener memoria o señales de querer entender las razones que motivan la inmigración de Latinoamericanos a Estados Unidos: los sistemas excluyentes neoliberales, cuasi feudales, que por décadas han fomentado la represión y pobreza extrema en los países de origen. Los inmigrantes solo buscan la sobrevivencia, el sustento, no buscan robarles el pan a los anglos. Solo es cuestión de tiempo para que los republicanos se den cuenta que el poder del voto latino los continuará castigando en las urnas mientras no cambien su retórica populista anti inmigrante.