Por Nicolas Miletitch, Max Delany
Donetsk/AFP
París y Berlín urgieron el sábado a Kiev y Moscú a obrar para que se realicen elecciones presidenciales el 25 de mayo en Ucrania, calificando de «ilegal» el referéndum de independencia previsto el domingo en el este del país, donde se mantiene la tensión.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, también pidieron a las tropas ucranianas que suspendan su ofensiva contra posiciones rebeldes y volvieron a amenazar con imponer nuevas sanciones a Moscú.
Los separatistas del este de Ucrania se disponen a celebrar el domingo un referéndum sobre la independencia de las «repúblicas populares» autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, desoyendo la petición de aplazamiento formulada por el presidente ruso Vladimir Putin.
En la cuenca minera de Donbass, integrada por las regiones de Donetsk y de Lugansk, viven 7,3 millones de habitantes sobre los 45,5 millones de Ucrania.
Los rebeldes aseguran que todo estará listo a tiempo para la votación y confían en que la población apruebe el proyecto, pese a que los sondeos sugieren, por el contrario, que una parte es partidaria de seguir formando parte de Ucrania.
«¿Aprueba usted la independencia de la República Popular de Donetsk?» y «¿Aprueba usted la independencia de la República Popular de Lugansk?», serán las preguntas de estas consultas.
«El referéndum es el único medio de evitar la escalada de la violencia y la guerra», declaró el jefe de la comisión electoral de Donetsk, Roman Liaguin.
«Si la respuesta al referéndum es ‘sí’, ello no significa que nuestra región se vaya a unir a Rusia», agregó.
Kiev y los países occidentales condenan la celebración de esta consulta popular. Temen que ocurra lo mismo que en Crimea, que se unió en marzo a Rusia tras un referéndum similar.
«Elecciones presidenciales libres y equitativas»
Para Merkel y Hollande, «la celebración de elecciones presidenciales libres y equitativas en Ucrania el 25 de mayo es de capital importancia».
En cambio, según ellos, «los referéndums planificados en varias ciudades del este de Ucrania son ilegales».
En su comunicado difundido al final de un encuentro informal de dos días en Stralsund, en el norte de Alemania, ambos dirigentes enunciaron una serie de medidas para rebajar la tensión en Ucrania, en la víspera del referéndum.
Así, piden a Moscú que reduzca sus tropas en la frontera con Ucrania, pero también piden al gobierno de Kiev «abstenerse de llevar a cabo acciones ofensivas antes de las elecciones».
El viernes habían estallado combates encarnizados entre insurgentes prorrusos y las fuerzas armadas ucranianas en la ciudad portuaria de Mariupol (sudeste). Todo comenzó cuando unos sesenta separatistas equipados con armas automáticas atacaron la sede local de la policía.
Los enfrentamientos se saldaron con 20 separatistas muertos, afirmó el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov.
«El día ha sido muy duro, con muertos y una crueldad increíble. El jefe de la policía de Mariupol ha sido secuestrado y varios policías resultaron muertos. Un francotirador emboscado disparaba desde lo alto del hospital contra los soldados, contra la gente», contó en su página Facebook.
Según las autoridades locales, este sábado era día de duelo en Mariupol.
El viernes también hubo enfrentamientos en Donetsk, donde prorrusos armados atacaron una unidad de la guardia nacional ucraniana.