Santiago / AFP
Un hombre asfixiado en el incendio de un supermercado el viernes en Santiago se convirtió en el tercer muerto en tres días en Chile, donde la violencia ha recrudecido, recordando los días más ásperos de la crisis social que atraviesa el país.
Un grupo de vándalos saqueó e incendió en la madrugada un supermercado en la populosa comuna de San Ramón, en el sur de Santiago. Los bomberos encontraron el cuerpo del hombre y rescataron a otras dos personas con principios de asfixia tras controlar las llamas.
La víctima es al parecer una «persona de 30 o 40 años de edad» y la causa de su muerte «sería la asfixia por inhalación de monóxido de carbono», informó este viernes Carolina Núñez, comisaria de la Policía de Investigaciones (civil) a medios locales.
Otro supermercado también fue saqueado y la Policía detuvo a 16 personas, mientras que barricadas incendiadas se veían en varias calles de la capital chilena.
La violencia durante las manifestaciones había bajado en intensidad durante las últimas semanas. Pero la noche del martes se encendió la chispa de los disturbios con la muerte de un hincha del club Colo Colo, atropellado por un camión policial en medio de enfrentamientos posteriores a un partido de fútbol local.
Un día después, los desórdenes prosiguieron y un manifestante fue atropellado por un autobús que había sido robado por encapuchados, en medio de saqueos en el comercio, oficinas públicas y duros enfrentamientos con agentes antidisturbios.
La crisis social comenzó en Chile el 18 de octubre, con graves desórdenes y manifestaciones en las que se oyeron las quejas contra la desigualdad existente en este país y un sistema de pensiones heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), entre otras demandas sociales.
La cifra de muertos desde que comenzó el estallido social hasta el 28 de enero, alcanzó a los 31 fallecidos según un informe actualizado de la fiscalía chilena difundido esta jornada.
Asimismo, 5.558 casos de violaciones a los derechos humanos – 4.525 adultos y 834 menores de edad, fueron conocidos por el Ministerio Público, mientras que 4.158 personas sufrieron apremios ilegítimos por parte de agentes de seguridad del estado.
En tanto, los delitos por desórdenes públicos entre octubre y diciembre de 2019, crecieron un «histórico» 4.400% en relación al mismo periodo del 2018, pasando de 62 a 2.811 casos.
Durante los tres primeros meses de la crisis social, 323.745 personas han sido acusadas por algún delito.