César Ramírez
@caralvasalvador
Los solicitantes de asilo en Estados Unidos tienen diversas características, ellos pueden ser: refugiados económicos, perseguidos políticos, emigrantes climáticos, discriminados por su religión, raza, opción sexual, delincuentes comunes, víctimas de la separación familiar por las políticas de la actual administración norteamericana, grupos minoritarios en sociedades teocráticas etc., imaginemos cuántos llegarán a nuestra nación.
La soberanía es un tema crucial en este acuerdo, la decisión de enviar refugiados a nuestra nación será de Estados Unidos, pero ¿dónde queda nuestra soberanía?… Cuando se afirma que solo Estados Unidos decidirá a quién enviar a El Salvador, entonces debemos invocar el Art. 83. El Salvador es un Estado soberano. La soberanía reside en el pueblo, que la ejerce en forma prescrita y dentro de los límites de esta Constitución. Cuando se afirma que Estados Unidos decidirá a las personas que enviará entonces la Carta Magna se disuelve por graves decisiones del poder Ejecutivo. Es tiempo de reclamar a la Sala Constitucional y la comunidad jurídica la acción necesaria para que este acuerdo no se convierta en una aberración jurídica que afectará a nuestra nación por varias generaciones
(según medios de prensa el Acuerdo entre EE. UU. y ES -versión no oficial-). “Art. 7 Las partes desarrollarán procedimientos operativos estándar para ayudar con la implementación de este acuerdo, estos procedimientos incluirán disposiciones para la verificación anticipada a El Salvador de la transferencia de cualquier solicitante de protección de conformidad con este acuerdo; Estados Unidos trabajará con El Salvador para identificar a las personas apropiadas para ser transferidas de conformidad con ese acuerdo (…)”, ello corrobora la decisión de EE. UU. de enviar a toda costa a quien lo desee, pero en este caso corresponde a la Asamblea Legislativa Art. 131 ratificar los tratados o pactos que celebre el Ejecutivo con otros Estados u organismos internacionales, o denegar su ratificación.
Esta maniobra de “Tercer País Seguro” es un alarde publicitario de la actual administración norteamericana para su reelección, todo mecanismo de acción se basa en su desprecio a nuestras naciones, Donald Trump llamó a El Salvador, Haití y naciones africanas “Shithole” (01NOV018) The Washington Post.
Es un momento histórico para llamar a la unión nacional contra este acuerdo, no podemos ser irresponsables con las futuras generaciones.
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