@Diegoolguzman
Los alumnos de la Escuela de Taekwondo Jaguar rugieron ayer con ímpetu para superar el tercer examen de cambio de cintas, correspondiente al año 2017, y que tuvo como sede las instalaciones felinas.
Desde muy temprano, niños, jóvenes y adultos se pararon en el tatami para afrontar la evaluación que consistió en: aprendizaje de lenguaje técnico coreano, movimientos básicos de defensa y ataque, formas y combate.
Los taekwondistas, de los niveles principiantes, básicos e intermedio, ejecutaron con la mayor precisión posible cada uno de sus movimientos y, así, convencer a los maestros de que estaban aptos para cambiar de cinturón.
Horacio Guzmán, director de la Escuela Jaguar, junto a los entrenadores del gimnasio, observaron con atención a sus alumnos e hicieron pausas en la prueba para corregir algún aspecto cuando era necesario.
Pero la emoción no solo se vivía en el tatami felino, sino que también en la zona asignada para los padres de familia, quienes alentaron a sus hijos de principio a fin.
La algarabía llegó a su máximo esplendor al momento del cambio de cintas y la entrega de los diplomas que acreditan el crecimiento deportivo de los felinos.
Horacio Guzmán, director de la Escuela Jaguar, se mostró satisfecho por los resultados obtenidos por sus pupilos en la tercera prueba del año.
“Estoy muy contento porque fue un buen examen, ya que es evidente que con perseverancia y disciplina puede desarrollar habilidades. Además, ellos demostraron que aquí no solo hacen ejercicios y se acabó, sino que inculcamos valores que demuestran en sus hogares”, expresó Guzmán.
El examen de cambio de cinturón forma parte de cinco evaluaciones que realiza cada año la Escuela Jaguar a sus alumnos, que oscilan entre los tres y treinta años.
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