Madrid/Prensa Latina
Termina el baile, comienza larga pesadilla institucional en España, una lectura aproximada de la resaca de las elecciones generales de este domingo.
Desde hoy, prevalece un gobierno en funciones y así se denominarán a todos los cargos, presidente y ministros, hasta que se llegue a un consenso de las dos posibilidades en el horizonte: que en la investidura parlamentaria se apruebe a un candidato u otro en un lapso de semanas; o el bloqueo para desencadenar un nuevo llamado a comicios este año o en enero de 2024.
El llamado a las urnas del 23J contó con la participación del 70,4 por ciento de la ciudadanía, con 1,4 millones de sufragios por correos y a la espera el próximo viernes de añadir los enviados desde el extranjero.
La noticia, con ribetes de sorpresa, es que el conservador Partido Popular (PP) ganó las elecciones generales en España al alcanzar 136 escaños, pero le será casi imposible gobernar (necesita 176).
Su líder, Alberto Núñez Feijóo, lo dejó en claro anoche: “intentaré negociar con todas las fuerzas políticas para asumir el Gobierno, porque el PP es el triunfador”.
Del lado contrario, Pedro Sánchez, actual jefe del Ejecutivo y titular del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que obtuvo 122 curules, se mostró eufórico por el resultado al considerar que la “involución que proyectaba el PP con Vox (ultraderecha) fue derrotada por los ciudadanos”.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y máxima figura del movimiento Sumar, también se manifestaba exultante y “dispuesta a salir desde mañana mismo a negociar para que en España continúe un gobierno progresista”.
Sumar alcanzo 31 puestos parlamentarios, dos menos que Vox, dirigido por Santiago Abascal, quien no ocultó su enfado y lanzó dardos al PP.
-ROAD MAP
El sacrosanto Road Map de las siguientes etapas institucionales en España señalan que el próximo viernes se destaparán las negociaciones, con la idea de formar un gobierno a futuro.
Hacia mediados de agosto terminarán por conformarse las Cortes Generales y el 17 del mismo mes entrarán oficialmente en funciones. Previamente el rey Felipe VI, en su calidad de jefe de Estado, recibirá a las formaciones que muestren su intención de gobernar.
Ya a finales de agosto e inicios de septiembre, se someterá a votación en la sesión de investidura a partir de la propuesta que presente Su Majestad, para la cual se necesita mayoría absoluta.
Si ningún aspirante la consigue, se produce una segunda votación en la que se requiere mayoría simple, pero de no avanzar, el monarca pudiera ofrecer una segunda alternativa para crear un Ejecutivo diferente.
Cabe la posibilidad de que no progresen esas opciones y en tal caso, el Parlamento tendría en el mes de octubre la obligación de convocar a nuevas elecciones generales en el plazo de 47 días, que caerían en plenas Navidades, aunque pudieran colocarse en el primer mes de 2024.
Las alternativas que existen son muy complejas y variadas. De un lado, el PP negociará con Vox, pero también con pequeños grupos de Canarias, Navarra y el País Vasco, mientras el PSOE arroparía a Sumar para luego conversar con EH Bildu y PNV vascos, y organizaciones independentistas de Cataluña, entre otros.