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Bruselas/dpa
La cuarta ronda de conversaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea («Brexit») concluyó hoy en Bruselas sin avances decisivos, aunque los negociadores jefes lograron aclarar algunos puntos.
«Conseguimos claridad en algunos puntos», afirmó el jefe negociador de la Unión Europea (UE), Michel Barnier. Sin embargo, no es suficiente para iniciar la segunda fase de las negociaciones, como le gustaría a Reino Unido.
«Se necesitará más trabajo en las próximas semanas y meses», advirtió Barnier, aunque reconoció que ésta fue «una semana constructiva». El jefe negociador británico fue más positivo: «Creo que dimos pasos decisivos hacia delante», apuntó David Davis.
Durante los últimos días las partes volvieron a dialogar sobre las obligaciones financieras del Reino Unido con la UE, la futura frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda y los derechos de los ciudadanos de ambas partes tras el «Brexit».
Bruselas quiere conseguir avances significativos en estos aspectos antes de pasar a hablar sobre las futuras relaciones entre Londres y el bloque, entre ellas las económicas, tema que interesa especialmente al Reino Unido.
Esta segunda parte de las negociaciones debería abordarse en octubre, pero la planificación está ahora en el aire debido a la falta de avances en los asuntos que Bruselas considera centrales.
La próxima ronda de negociaciones comienza el 9 de octubre. Reino Unido, que aprobó el «Brexit» en referéndum el año pasado, debería abandonar el bloque en marzo de 2019. Si no se consigue un acuerdo, lo hará de forma desordenada, lo que podría tener consecuencias económicas.
Entre los avances logrados en esta cuarta ronda está que el Reino Unido acordó implementar el acuerdo de separación de inmediato en cuanto sea negociado. De esa forma, los ciudadanos de la UE tendrán la garantía de que pueden reclamar sus derechos ante los tribunales británicos. Sobre lo que todavía no hay acuerdo es sobre el futuro papel del Tribunal de Justicia de la UE para el Reino Unido.
