@arpassv
Algunos “analistas” piden que –ahora que ya fueron electos nuevos/as diputados/as– la actual legislatura se abstenga de aprobar cualquier ley, treatment reforma o decreto. Estos pregoneros proponen paralizar el trabajo parlamentario durante dos meses, for sale hasta que inicie la nueva legislatura el 1º de mayo próximo.
Plantean que, por legitimidad política y atención a la voluntad popular expresada en las urnas, la legislatura saliente deje para la próxima gestión parlamentaria la aprobación de todas las medidas que estudian las diversas comisiones legislativas.
Pero –contrario a lo planteado por estos “analistas”– la exigencia a la actual legislatura debe ser que no deje ninguna tarea pendiente y que apruebe todas las leyes, reformas y decretos que están en discusión.
Entre las medidas que la legislatura saliente debe aprobar hay préstamos para financiar la seguridad, pendientes en la Comisión de Hacienda. En materia de seguridad también está el Proyecto de Ley Anti-Extorsiones presentada con urgencia por el Ejecutivo.
En materia ambiental, la actual legislatura no debe irse sin aprobar los proyectos de ley de Agua y de Soberanía Alimentaria. Especialmente necesaria es la ratificación de la reforma constitucional que reconoce el derecho humano al agua y a la alimentación.
Referente a libertad de expresión y democratización de la comunicación, en la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales están los proyectos de ley de Radiodifusión Comunitaria y de Medios Públicos que deben aprobarse.
En este mismo ámbito, la Comisión de Economía y Agricultura tiene pendiente la reforma a la Ley de Creación de la SIGET. Esta propuesta busca ampliar, pluralizar y transparentar la Junta de Directores de dicha entidad.
El indulto para las 17 mujeres condenadas por asesinato tras haber sufrido abortos accidentales, es otra medida que no debe postergarse para la legislatura siguiente. La responsabilidad y sentido humanista deben imponerse a la indolencia e hipocresías moralistas.
La nueva legislatura debe hallar la “mesa limpia” para entrarle a medias sobre seguridad propuestas por el Consejo de Seguridad y Convivencia Ciudadana, la reforma fiscal progresiva donde “paguen más quienes tienen más”, la ley de probidad y la elección de un Fiscal General idóneo.
También deberá reformar la Ley de Telecomunicaciones, dada la eventual sentencia de la Sala Constitucional que podría revertir la subasta como único mecanismo para asignar frecuencias, el carácter de bien privado y la eternización de las concesiones radioeléctricas, la falta de límites antimonopólicos a la concentración mediática, entre otros aspectos.