La Asamblea Universitaria, al mismo tiempo, suspendió a los doctores Germán Málaga y Hugo García, quienes dirigían los ensayos clínicos de la vacuna china Sinopharm .
Ambos son considerados directos responsables de usar dosis extras recibidas del citado laboratorio para usarlas discrecionalmente en colaboradores y otros relacionados con el proyecto, según afirman, aunque también las administraron a familiares, empresarios y otra gente ajena al experimento.
El exrector Varela dijo en una carta que dimitió ‘por la situación que se ha generado con la administración del lote de vacunas adicionales de Sinopharm, por parte del equipo de investigación del ensayo clínico».
La mitad de los ensayos clínicos de la vacuna se realizaron en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde no se vacunaron funcionarios, que se sepa, aunque sí el rector, Orestes Cachay, y el vicerrector de Investigación, Felipe San Martín.
Los delegados de los estudiantes en la Asamblea Universitaria de San Marcos presentaron una moción de vacancia (destitución) de Cachay y San Martín, por ‘incapacidad moral y abuso del cargo’, sin que los emplazados hayan respondido, aunque el responsable de los ensayos, Eduardo Ticona, dijo que eran parte de ese trabajo.
Entretanto, el presidente de una comisión independiente nombrada por el Gobierno, Fernando Carbone, negó versiones de prensa según las cuales habría otra nómina, además de la lista de más de 460 vacunados en secreto y precisó que solo tiene información de que hay algunos casos por descubrir.
Por su parte, el presidente Francisco Sagasti considero la posibilidad de inhabilitar de por vida a los funcionarios que recibieron secretamente la vacuna, entre ellos el expresidente Martín Vizcarra, las exministras de Relaciones Exteriores y salud del actual gobierno y al menos dos viceministros.