JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO
Gustave Mark Gilbert fue un psicólogo estadounidense asignado a la Prisión de Nuremberg. Junto con el psiquiatra militar estadounidense Douglas McGlashan Kelley, entrevistaron y aplicaron pruebas psicológicas a veintidós prisioneros nazis, acusados de ser criminales de guerra. Las pruebas usadas para tal fin fueron: El Rorschach, El Test de Apercepción Temática y la Escala de inteligencia Weschler-Bellevue1.
Uno de los prisioneros obtuvo un coeficiente intelectual promedio, dos de ellos puntuaron un coeficiente intelectual brillante, mientras que diecinueve reclusos arrojaron un coeficiente intelectual superior o muy superior. Para Gilbert, no existía en ellos una entidad clínica significativa a nivel mental. Especulaba que los nazis se criaron en una cultura, basada en el sometimiento absoluto a la autoridad. Mientras, Kelley reparó que, aunque los nazis no mostraban ninguna enfermedad mental, se percibían en ellos rasgos psicopáticos. Creía que esto era resultado del contexto en que habían servido, que les había moldeado su mentalidad.
En opinión del escritor norteamericano Robert Canup, una persona de cada veinticinco es malvada2. El propósito de una persona malvada promedio es, hacer que la vida de la gente que le rodea, sea lo más miserable posible. La gente mala promedio está cerca de la población normal. La gente buena solo está al tanto de la distribución del mal de la parte menos inteligente: los criminales. Las conductas típicas de la gente mala con inteligencia normal son humillar, insultar y hablar por detrás. Pero la persona malvada con inteligencia encima del promedio tiene como propósito, hacerle daño a alguien, como, por ejemplo, asesinarla y salirse con la suya. Y entre los llamados líderes de la industria, de la política y el gobierno, se encuentran los malvados con inteligencia mayor. Su propósito es cometer crímenes de masa y salirse con la suya.
La inteligencia aconseja a la conciencia, por ella somos capaces de discernir la bondad o la maldad de nuestras acciones u omisiones3. Para hacer el mal, la inteligencia idea justificaciones políticas o religiosas y no es raro que los motivos sean banales. La maldad refinada precisa de la inteligencia humana, para desarrollar métodos de sufrimiento posibles, después de una profunda reflexión.
La Fundación Vidal i Barraquer, desarrolló en Barcelona la jornada “Maldad, Delito y Psicopatología”4. En opinión del psicólogo español Adolfo Jarne, la maldad es un fenómeno en que intervienen componentes patológicos. Fransec Torralba, filósofo español, relaciona maldad con inteligencia. A mayor capacidad intelectual, mayor refinamiento de conductas violentas y perversas. Sin embargo, vincula el mal al entorno social. Ciertas estructuras económicas ejercen opresión y crisis. Por ende, la violencia individual es consecuencia de la violencia estructural. Y Marc Dangerfield, psicólogo español, opina, que tener buenas capacidades cognitivas, permite agudizar la acción destructiva. No obstante, reconoce que cierta maldad es propia de la naturaleza humana.
PREOCUPACIÓN POR MEDIDAS
Entretanto, hay mucha preocupación por las medidas aprobadas en El Salvador, en respuesta al aumento de asesinatos cometidos por los pandilleros5. El despliegue de la policía y del ejército, en zonas controladas por las pandillas, ha llevado al uso innecesario y excesivo de la fuerza. Hay detenidos sin orden judicial y algunos, han sido sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Hay mucha preocupación por el Régimen de Excepción, desde la perspectiva de los derechos humanos y su normativa.
Juicios en ausencia de reos, jueces sin rostro, imposición de sentencias muy severas, vulneración de garantías procesales y adolescentes condenados como adultos, han llevado al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a sesionar sobre el cumplimiento de los derechos civiles y políticos en El Salvador6. El Comité destaco la impunidad de los presuntos crímenes. Ya que hay preocupación por el número de denuncias de detenciones arbitrarias, ejecuciones extra judiciales y desapariciones forzadas. Éste advirtió la importancia de reforzar la capacidad de investigación e independencia de la fiscalía. Igualmente, garantizar la asistencia y protección de los defensores de derechos humanos y a periodistas.
CRÍMENES DE MASA
Guido Leonardo Croxatto, abogado argentino, presenta al penalista y juez argentino, Eugenio Raúl Zaffaroni7. Y explica que en los crímenes de masa las propias agencias del poder punitivo son las que cometen los crímenes, cuando operan sin la contención que brinda el derecho. Es el Estado el que comete los crímenes de masa, por un poder punitivo descontrolado. Y al derecho penal internacional, le incumbe una jurisdicción universal, para tutelar los derechos humanos, por lo que debe trascender el marco de la soberanía nacional. El riesgo es que la configuración de un poder gendarme internacional, se arrogue la atribución de nominar y constituir al enemigo. Ya que a lo largo de la historia los enemigos, los “otros”, han sido borrados y silenciados.
En su libro “Crímenes de Masa” Zaffaroni nos introduce, explicándonos, que un fenómeno recurrente en el siglo veinte fue el homicidio masivo8. Dolor cometido desde el poder estatal. Dice que hoy, una incipiente ciudadanía mundial pretende la punición de quienes hacen el mal desde el poder de los Estados. Unos temen que ese poder punitivo se manipule en favor de la hegemonía mundial de algunas potencias. Otros, que se erija en obstáculo a la hegemonía de esas potencias.
Cuando el poder punitivo del Estado se descontrola desaparece el Estado de Derecho y su lugar lo ocupa la policía. Los crímenes de masa son cometidos por el poder punitivo descontrolado. Son las propias agencias del poder punitivo las que cometen los crímenes, cuando operan sin contención. La doctrina penal debe contener el poder punitivo, para preservar el Estado de Derecho y evitar los crímenes de masa. Ya que el poder punitivo tiende a descontrolarse, bajo el pretexto de combatir enemigos. El enemigo es construido por la agencia, que hegemoniza el discurso punitivo y el poder criminal masivo.
El poder punitivo descontrolado, renueva siempre la misma estructura discursiva. Su contenido varía según el enemigo elegido. Y es que el Estado moderno presenta una tendencia paranoide. El cual llega a una psicosis, cuando proclama la emergencia o estado de excepción. Y cree que todos los males provienen del enemigo.
Esta tesis política amoral establece la perenne necesidad de crear enemigos. La amoralidad de la tesis es que el enemigo es quien el político elige como tal. La estructura del proceso es la siguiente: creación del enemigo, canalización del mal y la venganza que desemboca en el sacrificio. La víctima elegida, encarna el mal de toda la sociedad. Todos creen la culpabilidad de la víctima, inocente o no, cuando después de matarla vuelve la paz y el orden. Para esta tesis, la política sería el arte de construir el Estado absoluto. El verdadero Estado fuerte y consolidado sería el absoluto. Las democracias serían estructuras débiles.
Entonces, el único Estado fuerte sería delirante, ya que pretende la explotación del delirio. La individualización estatal de un enemigo, canaliza el malestar y la venganza. Pone todo el mal en un grupo y postula su destrucción.
Una patología civilizatoria es la acumulación del poder, hasta llegar al poder absoluto. Y toda acumulación infinita del poder, presupone un ámbito temporal indefinido de la venganza. Esta ideología dominante permite la señalización arbitraria de enemigos, a los que considera humanamente inferiores o subhumanos. Este saber jerarquizante, ha permitido, la racionalización de los crímenes de masa coloniales.
Ante el temor a ser arrasadas por las agencias ejecutivas y por la publicidad del aparato de poder, las agencias jurídicas ceden discurso. Es decir, al penalismo en masa se le quita el discurso y la reparación es reducida a pura publicidad mediática. La individualización de enemigos, es un brote paranoico que alimenta el discurso que racionaliza el sacrificio expiatorio. La verdadera prevención de los homicidios masivos es el ejercicio de la crítica y el rechazo frontal a las técnicas de neutralización de valores.
(Endnotes)
1 Nuremberg ‘Patients’: Nazis on the Psychiatrist’s. En: https://en.nuremberg.media/
2. Robert Canup. La relación entre la inteligencia y la maldad. En: http://psicopatia-narcisismo.
3. La maldad y la inteligencia humana. En: https://www.elcorreogallego.
4. Los expertos ligan a la maldad con la enfermedad y la inteligencia. En: https://www.elperiodico.com/
5. El Salvador: Preocupación por las medidas adoptadas en respuesta al aumento de la violencia criminal. En: https://www.ohchr.org/es/
6. ONU: El Estado Salvadoreño ha fracasado en el respeto de los derechos humanos de todos los habitantes. En: https://ysuca.org.sv/2022/07/
7. Croxatto, Guido L. Eugenio Raúl Zaffaroni, crímenes de masa. En: revistas.ucm.es/index.php/
8. Zaffaroni, Eugenio Raúl (2010). Crímenes de Masa. En: docer.com.ar/doc/x8c08cs