Myrna de Escobar
Eso es Todo (en español) sería la última gira del más grande y aclamado exponente de la música Pop, Michael Jackson. Hoy, a 13 años de su súbita partida, su legado continúa ganando seguidores entre las nuevas generaciones.
La música es el único huésped que se cuela por los oídos y nos hermana con otros de manera consciente o inconsciente hasta convertirse en cómplice de nuestros momentos de vida, de ahí que recordar algún suceso particular se asocia mejor con los sentidos, y la audición es el más placentero. Aunque sea a la distancia una nota musical nos llega y se despierta el alma dormida para hacernos suspirar, llorar, cantar, bailar, silbar o simplemente tararear esa canción que nos asalta el pensamiento.
El vals de quinceaños, el de la boda, las notas de la marimba, la balada, la cumbia, el vallenato, el merengue, la salsa, la ranchera, el reggae, el rap, el rock; ninguno supera a otro género cuando de gustos se trata. Cada uno de nosotros tenemos un ritmo con el cual nos identificamos para acompañar la soledad, la alegría, el amor, el desamor, el triunfo, el fracaso, el ocio o simplemente las actividades diarias.
Algunas canciones trascienden los sentidos, nos hacen soñar despiertos, transportarnos en el tiempo, arrancarnos las heridas extintas, recordarnos memorias o simplemente marcar nuestra personalidad. Sin embargo, otros ritmos transcienden generaciones y al lograrlo, adquieren un valor inmenso. Ejemplo de ellos son Mozart, Beethoven o Chopin, figuras clásicas de gran renombre en la historia de la música universal.
Hoy, a 13 años de la muerte del Rey del Pop, multitudes de todas partes rinden tributo a la figura del Astro musical cuya calidad vocal, interpretativa y artística traspasó las fronteras del tiempo. Su ritmo enamora los sentidos de las nuevas generaciones cuando lo escuchan por primera vez, siendo muy pequeños incluso. A manera de ejemplo cito unas anécdotas.
Una niña de kínder sorprendió a todos en el aula con su llanto al enterarse sobre el deceso del artista. Se negaba a creerlo, como yo. Su tristeza era genuina, como el vacío que experimentan millones de fans al recordarle.
__ El tiempo se detiene para mi hijo cuando mira los videos de Michael, __comenta un padre.
__ “Es la mejor forma de cuidar a mi sobrino” ___ comenta un universitario___ ¡Se los recomiendo, funciona!
¿Quiénes como él han logrado hermanar su generación a la de un sobrinito o a la de sus nietos, a través de la música? Yo aún recuerdo con sorpresa cuando se transmitió la película del último ensayo en nuestros cines. Familias enteras, hasta tres generaciones distintas en el cine. Conmovedor, impactante. Verlo en sus últimos ensayos, no sólo impresiona, enamora.
Su legado, un tesoro musical para el mundo, es capaz de prender una velada escolar, familiar, laboral, comunitaria, y porque no decirlo hasta una reunión formal, como a la que asistí recientemente en un prestigioso colegio del país. Para muchos, recordarle es vivirle, experimentar su alegría, sentir la magia de su ritmo, su voz y su naturaleza sensible. Su música, una fusión de ritmos de la época con la realidad del momento, cautiva la atención de sus fans en todas partes. El artista presume de una energía apoteósica, se deja sentir en sus álbumes con la misma fascinación de un espectáculo en vivo, sin dejar de mencionar los llenos totales donde los desmayos no podían faltar.
Michael Jackson sin duda esculpió en cada álbum las emociones del alma con una potente dosis de energía, carisma, disciplina y pasión, como ningún otro. No en vano las pupilas del mundo se humedecen al recordarle. Tan único y particular en su entrega al público, ya sea con un grito, una risa limpia, una palabra tímida pero desinhibido en el escenario. Con un peculiar derroche de gracia, la estrella es capaz de sorprender a sus fans. Su voz, flexible e inconfundible brilla como un diamante en la oscuridad, él venció la monotonía con voces y notas impregnadas de profundidad y sentimiento hasta robarnos la quietud del espíritu con su versátil propuesta musical, auditiva, y visual. Por todo eso, se le recuerda con profundo cariño, admiración y tristeza, pero cantando o imitando sus pasos.
Finalmente, es impresionante para mí, ver a las nuevas generaciones corear sus canciones, e imitar los pasos del máximo exponente del ritmo, la música y la danza. Sin lugar a duda, un astro musical con pocos rivales para sus fans, sin desmeritar, __claro__ que cada uno tiene en su género, su propia estrella.