@AlmaCoLatino
Durante la Cuaresma se celebra, cada viernes, el Vía Crucis. Una de las tradiciones religiosas más arraigadas en la fe católica, es la representación de la Pasión del Señor, en ella se reviven los últimos momentos de la vida de Jesucristo, desde la entrada gloriosa en Jerusalén hasta la Resurrección. Es una costumbre que sirve para recordar el misterio pascual de Cristo y una forma de catequesis.
El “Vía Crucis” se puede rezar de varias formas, ya sea en grupo recorriendo juntos las estaciones señaladas en una forma de meditación casi escenificada incluyendo cantos y oraciones, o bien en un templo, como en el caso de la iglesia El Rosario, donde el grupo de fieles se mueve de estación en estación llevando una cruz mientras los demás presentes siguen, desde sus lugares, el recorrido, dirigiendo su mirada hacia cada estación.
El Vía Crucis o “camino de la cruz” es una forma de oración en la que se recorre el itinerario que siguió Jesucristo desde el cuartel de Pilatos hasta el Calvario y el Sepulcro, deteniéndose a rezar en algunos puntos o “estaciones” señalados con una cruz y adornados con representaciones que explican lo que sucedió en cada una de ellas.
No debe ser nunca un acto de piedad precipitado y vacío de contenido, sino un momento sereno y profundo de reflexión en el que se pretende conocer mejor a Cristo para amarlo con mayor intensidad respondiendo a su amor infinito.
Según fray Henry Mauricio Alfaro, de la iglesia El Rosario, el “Vía Crucis” pretende reavivar, en la mente y en el corazón, la contemplación de los momentos supremos de la entrega de Cristo por la redención, propiciando actitudes íntimas y cordiales de compunción de corazón, de confianza, de gratitud, de generosidad y de identificación con Jesucristo.
“Lo que se quiere en la Iglesia es que las pastorales le den un sentido más de la realidad al Vía Crucis, en este día le corresponde a la pastoral de la salud y a la pastoral social. En ese sentido, trata de la realidad social como medicamentos, salud, justicia, promoción social y es lo que se trata de enfatizar en cada una de las estaciones”, enfatizó fray Alfaro.
Aprovechando que es el año jubilar de Monseñor Romero, dentro del Vía Crucis en la iglesia El Rosario se incluye el mensaje del beato, lo importante es que la feligresía al salir esté comprometida y con un pensamiento totalmente distinto.
Cada año en la parroquia El Rosario se tiene un lema o mensaje especial, para este 2017 es, Cuaresma: “Tiempo para restaurar rupturas con Dios, con los demás y la naturaleza”.
El Catecismo de la Iglesia Católica, en el número 2669, dice que la oración cristiana practica el Vía Crucis, siguiendo al Salvador. Las estaciones desde el Pretorio, al Gólgota y al Sepulcro recuerdan el recorrido de Jesús que con su Santa Cruz redimió a la humanidad.