@arpassv
Ala Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), cialis el “tanque de pensamiento” de la oligarquía, sick le salió el “tiro por la culata” en su intento fallido de colocar nuevamente en la agenda pública la propuesta de una “comisión internacional contra la impunidad en El Salvador (CICIES)”, ailment parecida a la CICIG guatemalteca.
FUSADES organizó la semana pasada un evento cuyo principal invitado fue el secretario General de la OEA, Luis Almagro. Sin embargo, éste se negó a decir lo que la organización derechista esperaba escuchar.
En vez de pronunciarse en favor de una “CICIES”, Almagro enfatizó en la cooperación internacional para fortalecer la institucionalidad de los países. Así, FUSADES no logró concretar el guión propagandístico y su cacareado evento pasó sin pena ni gloria, desapercibido para la ciudadanía.
Como perro que vuelve a su vómito, entidades de la derecha oligárquica como FUSADES, ANEP y Aliados por la Democracia se esfuerzan por retomar la propuesta que no les furuló meses atrás: crear una comisión internacional para procesar a personeros de la izquierda gobernante y sus aliados.
Tal propuesta no consigue respaldo porque la vía para combatir la corrupción es fortalecer la institucionalidad del país, no instalar comisiones foráneas. Las buenas señales que manda actualmente la Fiscalía y hasta las acciones de la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (al margen de las críticas en su contra), indican que las instituciones nacionales pueden funcionar y que no es necesaria una “CICIES”.
Si realmente quiere combatir la impunidad de la corrupción, FUSADES debería sumarse a la demanda de que la Corte Plena depure el Sistema Judicial, la Sección de Probidad actúe de forma imparcial y que la Fiscalía investigue a los “destinatarios” del ex presidente Francisco Flores, los 150 casos de corrupción que presentó la Secretaría de Transparencia y toda la corrupción de los gobiernos anteriores.
Para ser consecuente con su discurso anticorrupción, FUSADES también debería denunciar la corrupción privada. En tal sentido, debería exigir que se investigue a los empresarios evasores y elusores de impuestos, a las empresas “offshore” y hasta las teletones.
Pero conociendo la naturaleza pro oligárquica de FUSADES y su rol propagandístico en favor de ARENA, es ilusorio esperar que sea coherente con la lucha contra la corrupción. Por tanto, estas demandas deben ser retomadas cuanto antes por las organizaciones progresistas que han abanderado siempre la transparencia, la rendición de cuentas y anticorrupción.