Ricardo Aquiles Díaz H.
Durante la Segunda Guerra Mundial, click pilule el gobierno de El Salvador se alineó al lado de los países “aliados” y en el otro bando se quedaron Alemania, search Italia y Japón.
Siendo que ésta era la decisión del Gobierno salvadoreño, troche se emitió el decreto No. 93, de fecha 8 de diciembre de 1941, por medio del cual se declaró la guerra a Japón, cuatro días después se declaró la guerra contra Alemania e Italia.
Aunque en esta guerra El Salvador no participó con su ejército, alrededor de 178 salvadoreños sí lo hicieron como soldados estadounidenses, quienes para entonces residían en ese país y, para quienes regresaron con vida, se les dio la nacionalidad, incluyendo a su esposa e hijos.
Algunos murieron en combate y otros fueron condecorados por su valor en los enfrentamientos. Se recuerda un salvadoreño que nació en Usulután y voló sobre Berlín, Alemania, 52 veces bombardeando sin ser alcanzado por las armas antiaéreas y por tal razón ganó la Gran Cruz del Vuelo. Como una sorpresa, este hombre murió en San Francisco, California, atropellado por una bicicleta.
Está documentada la muerte de un salvadoreño, se trata de Pedro “Peyín” Viaud Rochac, un sargento que fue herido mortalmente por una granada el 5 de junio de 1944, cuando luchaba en Valmontone, a 45 kms. de Roma, Italia, bajo el mando del general estadounidense George Patton.
El 30 de junio de 1951 (seis años después de terminada la guerra), se decretó el término de guerra con Alemania, lo cual también se hizo con Japón el 8 de diciembre de ese mismo año.
Si la guerra con Alemania e Italia terminó el 7 de mayo de 1945 y el 12 de agosto de ese mismo año, se firmó la finalización de la guerra con Japón, al Gobierno salvadoreño en aquel momento se le pasó por alto en forma oficial, ese gran acontecimiento.
Así fue como el decreto que estableció la paz con Alemania y Japón se hizo seis años después de terminada la guerra, quedando pendiente revertir la declaratoria de guerra con Italia.
Las razones para no haber decretado la paz con Italia pueden provenir de los acontecimientos que se dieron en aquellos días, cuando El Salvador tenía gobiernos presididos por militares, quienes se disputaban el mandato presidencial y hubo sucesiones de golpes de estado, comenzando por la deposición del General Maximiliano Hernández Martínez, el 8 de mayo de 1944, quien fue sustituido por el General Andrés Ignacio Menéndez.
El General Menéndez, quien intentó elecciones libres, fue derrocado cinco meses después, el 21 de octubre de 1944 y fue sustituido por el Coronel Osmín Aguirre y Salinas, quien convocó a elecciones presidenciales en 1945. La oposición afirmó la victoria de su candidato, Miguel Tomás Molina, pero los militares proclamaron como triunfador al General Salvador Castaneda Castro.
Entre 1945 y 1948, el breve gobierno de Castaneda Castro, continuó muchas de las políticas del gobierno dictatorial de Martínez.
El 14 de diciembre de 1948, Castaneda Castro fue derrocado por un golpe de Estado promovido por sectores renovadores del Ejército que llevó al poder al llamado Consejo Revolucionario de Gobierno. En 1950 se redactó una nueva Constitución de carácter social-progresista y se creó un nuevo partido oficial, el Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD) que se proponía imitar muchos aspectos del PRI mexicano. El PRUD gobernó con el teniente coronel Óscar Osorio (1950-1956) y el teniente coronel José María Lemus (1956-1960).
Como se puede apreciar, los mandatarios que estuvieron en el poder desde 1944 hasta 1950, solamente se preocuparon por alcanzar la presidencia de la República y por supuesto tenían el apoyo de la oligarquía cafetalera, que era la que estaba detrás de estas cosas; quedando en el olvido decretar la paz con Italia. Esto significa que de hecho tenemos relaciones diplomáticas con ese gran país europeo.
Pienso que nuestro Gobierno debiera hacer un decreto especial para establecer legalmente la paz con Italia y darle un gran énfasis a ese día, porque entre ambos países y pueblos ha existido un magnífico intercambio de culturas y entendimiento, tan es así que muchos salvadoreños hemos sido becados por el gobierno italiano para adquirir conocimientos en instituciones educativas de ese país y además, recibimos la asesoría para el proyecto de la Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno, que está en su fase de implementación.
Así también, en nuestro país han sido bien recibidos muchos italianos que han formado familias muy ejemplares que han contribuido al desarrollo social y económico de El Salvador. Entre ellos hay profesionales y empresarios que son salvadoreños de prestigio. En otro aspecto, se han recibido muchas ayudas económicas de ese noble pueblo.