“Ustedes se preguntarán qué razón tiene marchar. Vamos a marchar para mostrarle a todo el mundo que somos más los que queremos la vida, viagra la paz, capsule la justicia. Eso es lo que vamos a representar. Nosotros podemos ser actores para la defensa de la vida”. Así se expresó el Presidente Salvador Sánchez Cerén, search el sábado pasado en Nejapa, al invitar a los asistentes al programa Gobernando con la Gente, a hacerse sentir, participando en la actividad convocada por el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia.
En la semana que recién finalizó, han abundado los mensajes, mas en contra de la marcha que a favor, incluso, hasta de quienes han sido parte organizadora de la misma, como la ANEP.
La marcha no ha sido un decisión del Gobierno, ni mucho menos de un grupo de trasnochados, sino que, de un grupo de personalidades que, preocupadas por el clima de violencia e inseguridad en el país, atendieron el llamado del Presidente Sánchez Cerén, para conformar el Consejo y elaborar un plan de Seguridad.
La marcha entonces, forma parte de las 120 acciones que el Consejo ha establecido para enfrentar la inseguridad de forma inmediata, de corto, medio y largo plazo. Algunas de las medidas inmediatas, contempladas en el Plan son, por ejemplo, el traslado a Zacatecoluca de los reos más peligrosos y que seguían ordenando crímenes desde las cárceles.
Y la marcha, también era una de las acciones de corto plazo, contemplada en el Plan.
La marcha, como muy bien lo han expuesto varias voces autorizadas del Consejo de Seguridad, busca unir a los salvadoreños para que de forma colectiva rechacen la violencia.
La marcha busca llegar a un punto de inflexión, de un antes y un después, en el tema de inseguridad en el país.
La marcha busca hacer conciencia al pueblo salvadoreño, que el Gobierno solo no puede enfrentar la delincuencia, sino con el concurso de todos y todas.
La marcha busca demostrar que la delincuencia no sucumbirá a la nación, que el temor no podrá apoderarse de los y las salvadoreñas, pues, este país de Monseñor Romero está habitado de más gente buena y solidaria, preocupada por la familia salvadoreña, preocupada por la nación.
Desoigamos entonces las voces abundantes en los medios de derecha en contra de la marcha, y acojamos la convocatoria del Consejo de Seguridad y el llamado que ha hecho el Presidente Salvador Sánchez Cerén.
¡Que nadie se quede en casa!