Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso
En la vida encontrarnos a personas consideradas versátiles que fácilmente adoptan roles en el momento adecuado para servir a los demás. Pero ¿qué se entiende por versátil? Esta palabra proviene del latín versatilis, derivado a su vez del verbo “versare”, que se traduce como “dar la vuelta” o “girar”. Este término fue empleado en la antigüedad por Tito Livio, en el siglo I después de Cristo; en sentido figurado a las personas que saben adaptarse a distintas situaciones, es decir, que son flexibles; para el caso nuestro siguiente personaje
Tomás Romero Tolentino nació en Santa Tecla el 18 de septiembre de 1959, hijo de Lázaro Romero (+) y Ana María Tolentino de Romero (+). Estudió en el Instituto Nocturno Miguel Ángel Asturias, que funcionó al interior de la Escuela Margarita Durán, posteriormente en una institución de Enseñanzas Técnicas en San Salvador.
A corta edad se dedicó a la venta de periódicos, teniendo que viajar todos los días a San Salvador, al entonces Diario Latino hoy Colatino; su espíritu de superación lo llevó a formarse autodidácticamente en diversas ramas del arte entre estas la escritura costumbrista, poesía, declamación, perteneció durante 24 años a la agrupación de folclor latinoamericano “Yancuic Taneci” que en Náhuatl de la Huasteca oriental significa “Nuevo Amanecer” con el que recorrió el país y fuera de las fronteras patrias, este grupo estuvo integrado por: el maestro Juan Méndez, Damián González y su ahora esposa Rosa Elvira de González, Pedro Salvador Solano, Yanira Méndez y el pintor Francisco Guadrón, entre otros músicos.
En 1982, los habitantes de la naciente colonia Jardines del Volcán, ante la irresponsabilidad de la empresa constructora, de vender dichos inmuebles sin contar con servicios básicos ni alumbrado público entre otros; llevó a los residentes del pasaje 4 poniente a organizarse para la compra de dichas luminarias, por lo que se organizaron diversas actividades entre ellas la contratación del Circo de Pánfilo Apuras Cachas (+) y doña Terésfora (+), a la que Tomás Romero se unió a dichos esfuerzos.
En 1983 de acuerdo con remembranzas de nuestro personaje se logró la donación de juguetes y dulces para los niños del lugar, por lo que se pensó en contratar un payaso, lo que no tuvo la aprobación de la mayoría de los vecinos por el costo de este, por lo que se solicitó que alguien se vistiera de payaso, lo que le sirvió a Tomás para dar vida a un payaso de inspiración cristiana llamado “Farolito”.
El personaje caló tan bien entre el público que ello sirvió para que se abrieran otros espacios donde presentarse tales como iglesias, orfanatos, asilos e incluso fiestas infantiles que, de acuerdo con Romero, nunca obtuvo una remuneración por ello, ya que, sentía en ello una vocación divina. Actualmente está dedicado al ministerio de la palabra de Dios en una iglesia evangélica, donde continúa sirviendo al prójimo y a la comunidad tecleña.
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