Por Diego Urdaneta/Roseau/AFP
La tormenta tropical Erika se desplazaba a lo largo del Caribe el sábado rumbo a Cuba, prescription ask causando torrenciales lluvias en Haití y República Dominicana, tras devastar a la isla de Dominica, donde dejó 20 muertos y devastación.
A las 09H00 GMT, Erika se encontraba 125 km al sur de Guantánamo, Cuba, con vientos de 65 km por hora y rachas más fuertes, desplazándose a 31 km/h, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC por su sigla en inglés), con sede en Miami, Estados Unidos.
«El centro de Erika se moverá cerca del este de Cuba» más tarde este sábado y se moverá a través del centro de la isla en la noche, agregó el NHC, que indicó asimismo que se espera que se degrade a tormenta tropical al internarse en territorio cubano.
El NHC dijo que Erika puede producir acumulaciones de lluvia de 80 a 150 mm, con cantidades máximas de 250 mm, en República Dominicana, Haití y el este de Cuba, cuyas autoridades emitieron una alerta ciclónica para el este de su territorio.
«Estas lluvias pueden resultar en inundaciones repentinas y deslizamientos de lodo que amenacen vidas», advirtió.
También indicó que las condiciones de tormenta tropical continuaban sobre las islas Turks y Caicos y las islas Bahamas.
Inundaciones en Haití
Erika atravesaba la isla de La Hispaniola, que comparten Haití y República Dominicana.
Las autoridades de Haití dispusieron unos 2.000 refugios de emergencia, con kits higiénicos, colchones y comida, capaces de albergar a más de 47.000 personas.
Según un balance primario, tres personas resultaron heridas en la región de Puerto Príncipe, donde hubo viviendas colapsadas. También se reportaron inundaciones en dos zonas.
Asimismo, 254 presos de la cárcel de Gonaïves fueron evacuados en forma preventiva, pues el presidio se encuentra en una zona de alto riesgo de inundación.
Muchos hogares son precarios en Haití, y más de 60.000 personas aún viven en casas de emergencia tras el devastador terremoto de 2010, que dejó más de 250.000 muertos y dañó la infraestructura.
Las autoridades de República Dominicana, particularmente sensible a las tempestades por sus numerosos ríos, emitieron alerta roja en escuelas y playas, en tanto los puertos permanecían cerrados y los cuerpos de salvamento estaban listos para actuar.
Dominica devastada
Erika se ensañó con Dominica, una pequeña isla de 72.000 habitantes, cuyas lluvias torrenciales causaron inundaciones y deslaves.
«Hasta ahora nos han confirmado que al menos 20 ciudadanos han muerto, y algunos están desaparecidos», dijo la noche del viernes el primer ministro de la isla caribeña, Roosevelt Skerrit, en un discurso a la nación.
«El daño que pude visualizar hoy (viernes) me temo que pueda haber llevado nuestro proceso de desarrollo marcha atrás en unos 20 años», indicó el gobernante, quien acotó que «lo más preocupante, sin embargo, es la pérdida de vidas».
Destacó que hubo daños masivos a la infraestructura y que «cientos de hogares de todo el país han sido destruidos o se volvieron inseguros para ser ocupados».
En vista de los graves daños, la Organización de Estados Americanos (OEA) ofreció su apoyo a Dominica, donde numerosos puentes y carreteras, así como el aeropuerto, quedaron dañados.
Incertidumbre en Florida
El NHC indicó que Erika podía degradarse a depresión tropical, e incluso disiparse.
Pero si sobrevive, llegaría el lunes a la costa oeste de Florida (sureste de Estados Unidos) como una débil tormenta tropical.
De todas maneras, el gobernador de Florida Rick Scott decretó el estado de emergencia, lo que permite movilizar recursos para los servicios de emergencia y activar a la Guardia Nacional.
«La tormenta tropical Erika representa una seria amenaza para todo el estado de Florida y requiere que se tomen precauciones oportunas para proteger comunidades, infraestructura clave y el bienestar en general del estado», escribió el gobernador Scott al declarar el estado de emergencia.
Las autoridades en varios condados costeros de Florida distribuían sacos de arena para contener las aguas y pedían reforzar la protección de las viviendas, mientras la gente compraba agua potable, linternas, baterías y comida no perecedera en supermercados.
«Los preparativos están en marcha ante la posible llegada a Estados Unidos de Erika», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, quien agregó que el presidente Barack Obama se mantenía informado sobre los mismos.