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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) emitió un pronunciamiento en el cual lamenta la “pérdida de vidas y la destrucción causada por la tormenta tropical Amanda”, que golpeó a la región centroamericana y el territorio nacional desde el viernes 29 de abril.
Protección Civil, en su reporte diario sobre la situación a este 4 de junio por la mañana, contabilizaba 497 derrumbes, 13 cárcavas, 300 árboles caídos y 22 inundaciones con daños en tuberías de aguas lluvias, derivados de la tormenta tropical Amanda, que elevó el desplazamiento de familias a otros lugares menos vulnerables, en el marco de la Emergencia Sanitaria por la COVID-19 en el territorio nacional.
ACNUR lamentó la pérdida de vidas y la destrucción causada por la tormenta tropical Amanda, que ha afectado a alrededor de 29,968 familias en todo el país, incluyendo a personas desplazadas internamente y otras comunidades altamente vulnerables, reconocen en su comunicado.
Las cifras oficiales dan cuenta de 27 personas fallecidas (al cierre de esta nota) y 13 desaparecidas, situación que se agudiza en el marco de la crisis sanitaria por COVID-19, que lleva un registro de 2,781 personas como casos activos en el país.
“Entre las zonas más impactadas por la tormenta en El Salvador se encuentran al menos siete comunidades afectadas por el desplazamiento forzado y la brutal violencia de las pandillas. Allí, las restricciones de movimiento impuestas para mitigar la propagación de la pandemia habían ya generado un impacto humanitario sobre las personas. Esto incluye la limitada capacidad de buscar protección de la persecución y de generar ingresos en medio del confinamiento”, consideraron.
Retomando los testimonios de líderes y lideresas comunitarias, ACNUR señaló la preocupación que expresaron los desplazados, con respecto a los daños causados por la tormenta, principalmente a las viviendas, la pérdida de pertenencias y el acceso a electricidad.
Ante esta precaria situación que ha generado que 11,179 personas se resguarden en varios albergues y las fuertes lluvias que se pronostica continuarán en los próximos días, por la influencia de la tormenta tropical Cristóbal, podría llevar mayor presión al Sistema de Salud Pública, que está disminuida por la atención a la pandemia del coronavirus.
“La tormenta tropical Amanda ha incrementado la vulnerabilidad de las personas desplazadas internamente y aquellas en riesgo por violencia, cuyas necesidades de protección ya se habían visto fuertemente impactadas debido a la pandemia”, dijo Elisa Carlaccini, jefa de la Oficina Nacional del ACNUR en El Salvador. Asimismo, indicó: “Muchas han perdido sus hogares y deben resguardarse en albergues, donde mantener el distanciamiento social para prevenir el contagio es muy complicado”.
ACNUR, que viene apoyando al Gobierno de El Salvador y a más de 80 comunidades en el marco de la emergencia por COVID-19, ha entregado 1.900 kits de higiene a diferentes alcaldías a lo largo del territorio nacional, ante esta nueva urgencia. Asimismo, han entregado 600 kits al municipio de Soyapango, 600 para La Libertad, 400 para Ciudad Delgado y 300 para Mejicanos para ser distribuidos a personas vulnerables y en alto riesgo. ACNUR también entregará 182 kits para San Vicente y 330 para La Unión.
Desde el inicio de la emergencia por COVID-19, ACNUR ha establecido también una línea telefónica de emergencia y mantenido comunicación constante con las personas en diferentes comunidades para recibir información sobre los mecanismos de protección disponibles, en caso de estar en riesgo de persecución, desplazamiento forzado u otros tipos de violencia. Además, ACNUR y sus socios han entregado asistencia humanitaria para la compra de alimentos y artículos de higiene a unas 319 familias. Y, como parte del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), ACNUR y sus socios apoyan a las comunidades en El Salvador en el sentido de fortalecer las redes de protección y estructuras comunitarias.
Junto a estas, ACNUR apoya al Gobierno en la identificación y mitigación de riesgos asociados al desplazamiento forzado interno, así como establecer medios de vida y la búsqueda de soluciones.
