César Ramírez
@caralvasalvador
Los profetas del desastre intentan por todos los medios de ganar réditos políticos incluso de la tragedia, son los mismos que durante décadas no hicieron nada por ayudar a nuestros compatriotas en Estados Unidos, los mismos que provocaron su éxodo al negar la democracia y la legalidad electoral en los años setenta, los abanderados opositores de la Reforma Agraria y quienes provocaron la guerra civil, aquellos oponentes férreos al aumento del salario mínimo, la organización que durante el terremoto del año 2001 robó la ayuda a damnificados en Las Colinas de Santa Tecla etc., porque estas violencias culminan en la migración hacia Estados Unidos, puesto que los pobres no tienen defensa ante la agresión estructural; pero esta situación debe llamarnos a reflexión, “de la desgracia no se puede hacer negocios ni sacar raja política, quien lo haga carece de condición humana -J N Robles”, ahora es tiempo de propuestas para nuestros compatriotas, de recurrir a la acción legal en el Senado norteamericano, a sus Iglesias, a los medios de comunicación para evitar una segunda tragedia al abandonar Estados Unidos donde han vivido durante décadas, esta situación es producto del racismo y el odio contra el emigrante de la actual administración, pero aún existe la esperanza en el Senado norteamericano, para otorgar una amnistía a nuestros compatriotas.
El TPS es una prueba para demostrar unidad nacional, son nuestros hermanos, esos valientes que cruzaron el desierto, los que avanzaron sin documentos en tierra extranjera para conseguir un trabajo digno, ellos son los que envían anualmente más de $4,500 millones a sus familias, su condición emigrante ha dignificado a nuestra nación.
Estados Unidos ha prorrogado el plazo de salida por 18 meses hasta el 9 de septiembre de 2019. Es importante señalar que el tiempo será un justo juez de la racionalidad política, este elemento pone a prueba los proyectos más allá de una administración gubernamental como: Agua, Financiamiento del Estado, Seguridad, Salud, Modernización del Estado, Reformas constitucionales, etc., los cuales sin importar el color político entrarán en crisis en los próximos meses o años. El caso del TPS tendrá como escenario de fondo dos procesos electorales: alcaldes y diputados 04 de marzo de 2018 y presidencial 3 de febrero de 2019, en ese período existe el componente de contratación de préstamos de apoyo presupuestario para los años 2018 ($550 millones) y 2019 ($400 millones) los cuales deberán ser reembolsados a partir del año 2019.
Una nación unida defenderá a los compatriotas en Estados Unidos los siguientes 18 meses, el objetivo es la búsqueda de un estatus legal por medio de gestiones en el Senado norteamericano junto a: consulados salvadoreños, iglesias y organismos civiles en defensa de sus intereses.
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