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Por David Alfaro
El gobierno de Bukele, a pesar de su retórica demagógica de transformación y mejora en muchos aspectos de la administración pública, ha fallado de manera crítica en la protección de la niñez en relación con el trabajo infantil. A pesar de que El Salvador cuenta con un marco legal que prohíbe el trabajo infantil, la falta de aplicación efectiva de estas leyes revela una profunda negligencia gubernamental.
Una situación crítica y alarmante
Hay más de 190,000 niños, incluyendo a todos los menores de 5 a 17 años, involucrados en algún tipo de trabajo infantil, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo y otras organizaciones a lo largo de los años. La mayoría de estos niños se encuentran en zonas rurales y están involucrados en actividades como la recolección de café, la zafra y otros cultivos. Estos trabajos, además de exponerlos a riesgos físicos, perpetúan el ciclo de pobreza y exclusión social al alejar a los menores de la educación, ya que 4 de cada 10 niños en situación de trabajo infantil no asisten a la escuela.
Leyes insuficientemente aplicadas
Aunque El Salvador cuenta con la legislación necesaria para erradicar el trabajo infantil, incluyendo la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LEPINA), su aplicación es, en la práctica, insuficiente. En 2023, el gobierno llevó a cabo 506 inspecciones enfocadas en violaciones de las leyes de trabajo infantil, pero se identificó solo una violación. Esta cifra, evidentemente baja, revela la falta de capacidad del gobierno para supervisar adecuadamente las condiciones laborales y proteger a los menores.
El propio Departamento de Trabajo de los Estados Unidos también ha señalado que El Salvador enfrenta serias dificultades para hacer cumplir sus leyes de trabajo infantil, en gran parte debido a la falta de recursos y personal suficiente para investigar y procesar adecuadamente estos crímenes. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) coincide al advertir que los esfuerzos del gobierno no son suficientes para abordar la gravedad del problema, señalando que en lugar de mejorar, la situación ha empeorado tras la pandemia y otras crisis sociales.
Hipocresía gubernamental
A pesar de los discursos del gobierno de Bukele sobre mejoras en la seguridad y la erradicación de las pandillas, que a menudo se usan como una cortina de humo para tapar otros problemas sociales, el aumento del trabajo infantil en los últimos años deja en evidencia una falta de interés real en la protección de la infancia más allá de las palabras. Mientras el país sigue gastando recursos en militarización y publicidad política, miles de niños son empujados a trabajos peligrosos sin un verdadero amparo por parte del Estado.
El gobierno ha promovido un discurso de progreso, pero cuando uno observa la realidad de los niños salvadoreños forzados a trabajar en condiciones inhumanas, se ve claramente que este “progreso” no llega a los sectores más vulnerables. La situación requiere acciones inmediatas: mayores recursos para la inspección laboral, un aumento en los programas de apoyo social para las familias más vulnerables y una política educativa que asegure que estos niños estén en las escuelas y no en los campos o las calles trabajando.
FUENTES:
1. *Organización Internacional del Trabajo (OIT)*: Informe sobre el marco de acción 2023-2025 para combatir el trabajo infantil
https://www.ilo.org/es/publications/marco-de-accion-de-la-oit-sobre-el-trabajo-infantil-2023-2025
2. *El Salvador Now*: Informe sobre las peores formas de trabajo infantil en El Salvador
https://www.elsalvadornow.org/ninez-y-adolescencia-salvadorena-es-sometida-a-peores-formas-de-trabajo-infantil-incluso-explotacion-sexual-advierte-informe-de-ee-uu/
3. *Embajada de EE. UU. en El Salvador*: Informe oficial sobre trabajo infantil en 2023
https://sv.usembassy.gov/es/official-reports/trabajo_infantil_2023/
