Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
“Ojalá pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo, para darte un abrazo y nunca soltarte”, decían a una voz los familiares y amigos de las 32 víctimas de la tragedia del autobús particular que fue arrastrado por el desbordamiento del río Acelhuate, en la quebrada El Arenal, a la altura de La Málaga, San Salvador.
El tres de julio se cumplieron 10 años de la tragedia y estos hechos aún siguen en la impunidad, afirmó el pastor Mario Vega de la iglesia Elim, que ese día conmemoró con un culto junto a sus familias la vida de las 32 personas fallecidas.
La noche del tres de julio un bus, en el cual se transportaban miembros de la iglesia cristiana Elim, fue arrastrado de forma violenta por una fuerte corriente procedente del cause de distintas quebradas de la capital que desembocan en El Arenal Monserrat. 32 personas que se conducían a bordo del bus perdieron la vida, entre ellas, adultos mayores, mujeres, niños y niñas. Solamente un joven de 16 años sobrevivió.
A diez años, la respuesta del Estado ha sido nula, no ha habido ningún gesto ni palabra ni ninguna de las recomendaciones dadas por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) en el sentido de hacer las reparaciones morales hacia las familias de las víctimas, explicó el líder religioso.
La PDDH hizo 13 recomendaciones, sobre estos hechos, de ellas todas se han ejecutado, como trabajos de mitigación en la zona, realizados durante el gobierno de Mauricio Funes, sin embargo, solamente una acción no se ha cumplido que es la reparación moral.
“También se recomendó una investigación de parte de la Fiscalía General de la República (FGR), pero justamente se están cumpliendo 10 años por lo que el tiempo para investigar ha prescrito, por lo tanto, las personas responsables nunca fueron deducidas y es otro caso que queda en la impunidad”, manifestó.
Durante muchos años, la quebrada El Arenal se desbordaba de su cauce, debido a las fuertes lluvias, lo que causaba daños en las viviendas aledañas. Con la llegada de Gerson Martínez al Ministerio de Obras Públicas, en el 2009, se iniciaron trabajos de mitigación, lo que terminó con las inundaciones.