José Enrique Murillo
En columnas escritas de años anteriores, que en ocasión del Día Mundial de Educación Física, 8 de octubre, el Diario Co Latino, que gentil y generosamente nos permitió difundir en su espacio de OPINIÓN de sus leídas páginas editoriales, el estado situacional educativo de la asignatura de Educación Física en los centros escolares públicos.
De la misma manera simbólica, la educación física este año está en la efeméride del calendario escolar oficial MINED de fechas 1 de febrero de 1971 a 1 de febrero de 2021 cumpliendo cincuenta años lectivos de ejercicio docente que ha involucrado a no menos de diez promociones y 3 o 4 generaciones de profesores de Educación Física.
Si este hecho lo quisiéramos ver o interpretar como un magno acontecimiento, digno del gremio de profesores de educación física, es decir, conmemorar y celebrar el Primer Quincuagésimo Aniversario de ORO de la asignatura de Educación Física en los Centros Escolares públicos 1971–2021. No daría para eso. Significa haberle servido a los estudiantes de muchas generaciones en su educación de manera de formación integral. Precisamente porque esa fue la significación de la fundamentación teórico-conceptual, con la que fundaron la educación física en el currículo educativo nacional en el marco oficial de la Reforma Educativa de 1968, de la cual, el sistema educativo de esa época, el más estancado de la región, supeditada a un reducido grupo de materias básicas para la educación memorística enciclopedista, etc.
Hubo un antes y un después en la historia de la educación El Gobierno y las autoridades de educación de ese quinquenio, gestionaron la cooperación internacional en materia de Educación más grande que se haya hecho. El pueblo y el Gobierno de Japón correspondieron en un amplio convenio bilateral, hizo eco a tan grande petición que expresaba las profundas necesidades educativas del sistema, que debía de transformarse urgentemente. Llegó la valiosísima cooperación en recurso humano profesional para la educación artística, la educación física, equipo tecnológico y material para TV educativa, equipo y material didáctico suficiente para fundar la Escuela Superior de Educación Física para formar los profesionales que atenderían la clase de educación física (hoy cerrada).
En el transcurso del tiempo de años fiscales y lectivos acontecieron hechos importantes: Promulgación de la Constitución de la República 1983, vigente, que contiene en su Sección Tercera: Educación: Ciencia y cultura, artículo 55 “La educación tiene los siguientes fines, lograr el desarrollo integral de la personalidad en su dimensión ESPIRITUAL MORAL Y SOCIAL”.
El otro acontecimiento fue la Firma de los Acuerdos de Paz en 1992 que trajo la finalización del Conflicto Armado y el inicio de una incipiente democracia.
Sin embargo, en lo negativo hubo otro hecho que por sus condiciones de ruina económica impuesta a la clase trabajadora por la clase élite de poder económico dominante, quienes siempre han tenido capturadas las instituciones del sistema estatal, administrando por la clase política partidaria; ministros, magistrados diputados, presidentes, etc., desde finales de la década años 80 e inicios de la década años 90, permitieron con su servilismo, todas las condiciones para la entrada del nefasto modelo económico neoliberal y aplicar las medidas de privatización de los activos del Estado: comunicaciones, pensiones, bancos, etc., los TLC, imposición del Impuesto el Valor Agregado (IVA), Dolarización de la moneda nacional, etc.
Desde luego, el Ministerio de Educación como parte de este sistema estatal capturado, ningún titular de educación hasta la fecha, simplemente, mantienen un sistema educativo en el que los estudiantes se adaptan o se amoldan al modelo social predominante, reproduciendo al estudiante objeto que necesita el mercado para el consumismo compulsivo. Indirectamente se cumple así, la premisa de que es la clase dominante la que “educa” a la clase denominada; pero nunca, jamás, el dominado va a “educar” al dominante.
Sería una utopía en la sociedad salvadoreña que un gobierno, gobierne para las grandes mayorías de salvadoreños; de las misma manera, sería otra utopía para la comunidad educativa que haya titulares de Educación, que formulen auténticos planes y proyectos educativos que vayan en provecho educativo de las mayorías de estudiantes; en donde resulta que los grandes mayorías de estudiantes; son los hijos de las grandes mayorías de salvadoreños; es decir, los hijos de la clase trabajadora. Por eso es una doble utopía.
Se interpreta por qué ningún funcionario o titular de Educación en más de 25 años lectivos, no han tomado como referente educativo en la formulación, elaboración e implementación de planes educativos, educativos el apartado jurídico-educativo proclamado en la Constitución de la República 1983.
Claro, en algunos planes: Decenal, Plan Nacional 2021, Cuscatlán, transcribieron textualmente el referido apartado educativo, no es más que un fraude a la Constitución y una burla a la comunidad educativa. Si fuera en serio, implicaría una política educativa de nación, un plan nacional de educación de largo plazo una transformación a la estructura curricular de todas las asignaturas, un verdadero perfil educativo de estudiantes a lograr, etc.