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Santiago de Chile/PL
Tras 40 días de huelga y una tenue esperanza de diálogo entre trabajadores y patronal, el panorama en la mina Escondida, Chile, la mayor productora de cobre del mundo, volvió a quedar en punto muerto.
La perspectiva de una reunión en la tarde de este lunes quedó trunca, cuando el directorio del sindicato que agrupa a dos mil 500 trabajadores de Escondida, consideró insuficiente una oferta que realizó la administración.
El gremio extendió una invitación a conversar a los dueños del yacimiento, en manos mayoritarias del consorcio anglo australiano BHP Billiton, que respondió de forma positiva pero fijando sus bases.
Entregó en la Dirección del Trabajo una propuesta que incluye la previsión de un bono de término de huelga de alrededor de 17 mil 400 dólares por trabajador. Sin embargo, el rechazo no se hizo esperar.
‘Salvo el aumento de los bonos por única vez (…) y un par de puntos modificados, esta nueva oferta mantiene los graves perjuicios que nos obligaron a hacer efectiva la huelga’, recalcó el sindicato en un comunicado.
Los afiliados al sindicato número uno de Escondida, ubicada en la región norteña de Antofagasta, sostenían contactos en altas horas de la noche del domingo y madrugada de este lunes, con miras a dar una respuesta contundente.
‘Es indignante que la empresa siga con su discurso que éste seguirá siendo el mejor contrato colectivo de la industria, sin reconocer el enorme retroceso que pretenden’, adelantaron los líderes del gremio.
Los puntos más neurálgicos en demanda apuntan a respetar beneficios alcanzados en negociaciones anteriores; que no se modifiquen las condiciones laborales, incluidos los descansos, y se quite una cláusula excluyente a los trabajadores futuros de algunos beneficios.
El pasado viernes, el presidente de la minera, Marcelo Castillo, agradeció la disposición de los trabajadores a reunirse cara a cara, sobre la base de un encuentro basado en tres puntos esenciales según la propuesta del gremio. Antes el sindicato expresó su disposición a reiniciar conversaciones sobre tres puntos, el primero de ellos, equidad en los tiempos de descanso y jornada laboral.
Igualmente, mantener las condiciones del antiguo contrato colectivo y que no existan diferencias de beneficios entre nuevos y antiguos trabajadores, según el texto. Sin embargo, remarcó que el diálogo estaría condicionado al respeto de sus exigencias al menos en el grado mínimo.
