Buenos Aires/PL
Tras implementar la nueva tarifa eléctrica en Argentina con aumentos previstos de más de 700 por ciento, find sickness el ministro de Energía y Minería, site clinic Juan José Aranguren, there confirmó que analizan un esquema similar en el gas.
Aranguren señaló en declaraciones a la prensa que están «haciendo un análisis similar al que hicimos en el sistema eléctrico», pero advirtió que en el gas el precio de la tarifa sería menor al aplicado a la electricidad.
El ministro señaló que evalúan «los pasos procesales correspondientes desde el punto de vista legal» para aumentar las tarifas del gas que también estuvieron subsidiadas por el gobierno anterior aunque en los dos últimos años -dijo- inició un incremento al uso adicional.
Según Aranguren en Buenos Aires y en el conurbano bonaerense que concentra a casi la mitad de la población del país las tarifas estuvieron congeladas desde 2002, no así en el interior, por lo que están evaluando un ajuste nacional.
El titular de Energía y Minería defendió de nuevo los aumentos en el costo de la electricidad y rechazó que el tarifazo se fuera a reflejar en las negociaciones de los nuevos contratos salariales con los sindicatos.
En la defensa de esos incrementos, dijo que el gobierno se fijó como meta la pobreza cero y en ese sentido busca «cuidar el bolsillo de los argentinos, lo que significa tener en cuenta el impacto en el presente y las consecuencias en el futuro» de las tarifas que servirán para reinversión y mejorar el servicio.
Varios dirigentes sindicales cuyos gremios están próximos a iniciar las negociaciones de los nuevos contratos laborales, que en Argentina llaman paritarias, dijeron que su reclamo salarial estará acorde con el alza de la inflación y ahora de los servicios.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) líderes como Hugo Moyano (camioneros) dijo que para ellos la paritaria debe tener un piso del 30 por ciento, mientras Pablo Michelli, cabeza de la Central de Trabajadores de Argentina Autónoma elevó la varilla a 40 por ciento para comenzar a negociar.
Hasta ahora el gobierno viene diciendo que el futuro ascenso salarial no debe superar el 25 por ciento, ya que eliminó el impuesto a la ganancia, pero en realidad eso beneficia a un segmento menor del 10 por ciento de los trabajadores que cobra 30 mil pesos o más al mes (dos mil 160 dólares).
La inmensa mayoría del 90 por ciento de los asalariados no pagan ese tributo.
El diario La Nación reporta este lunes que los dirigentes de las tres alas de la CGT se reunirán próximamente para evaluar los primeros pasos de las negociaciones paritarias.
A algunos de ellos el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, les propuso un acuerdo semestral con aumentos de 15 por ciento primero y otro del 10 por ciento.
Hasta el momento, los sindicatos no aceptaron ni rechazaron la oferta pero, con el aumento de tarifas, la situación se complica para la administración de la Alianza Cambiemos.
Incluso, sindicalistas cercanos al gobierno como Luis Barrionuevo adelantan que no aceptarán topes antes del comienzo de las paritarias.
«Está claro que tendremos en cuenta, además de la inflación, las últimas subas en la luz, el combustible y lo que falta por venir», dijo Barrionuevo, cabeza de una de las secciones de la CGT y del rico sindicato de gastronómicos y hoteleros.