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Redacción Nacionales
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Los escenarios de desigualdades económicas y sociales, agudizados durante la pandemia del Coronavirus; la violencia en todas sus formas, la inseguridad ciudadana y el desempleo, fundamentan la decisión de migrar de diversos grupos poblacionales, donde son presas de la Trata y el Tráfico de Personas, explicó, Mirna Argueta de AS Mujeres.
En el marco del “Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños”, diversas organizaciones de mujeres, de derechos humanos y la academia, que integran el “Observatorio Latinoamericano Sobre Trata y Tráfico de Personas, Capítulo El Salvador”, se pronunciaron para denunciar el aumento de este tipo delitos y para adherir a nuevos miembros al colectivo.
“El delito de la trata de personas -según el UNDOC- los delincuentes están ajustando sus modelos de negocios a la nueva normalidad, creada a partir de la pandemia, especialmente mediante el uso indebido de nuevas tecnologías”.
“La pandemia ha agravado y puesto en primer plano las desigualdades económicas y sociales sistémicas que se encuentran entre las causas subyacentes de la trata de personas. Y el aumento en los niveles de desempleo y la reducción de los ingresos especialmente a aquellas personas que perciben salarios más bajos”, señaló Argueta.
En cuanto a la situación de niñas, niños y adolescentes, Argueta, expresó que es “alto el riesgo de explotación” , al señalar un entorno de cierre de escuelas y las dificultades que representa el acceso a la educación, que años anteriores han tenido oportunidad de ser fuente de refugio, alimentación o para buscar ayuda en la violencia intrafamiliar.
“Los traficantes de personas se aprovechan de situaciones de pobreza, falta de educación, desastres climáticos, guerras y otras circunstancias, para así captar y sustraer a los niños, niñas, adolescentes o adultos y así venderlos a las mafias”.
“Además, las crisis migratorias han sido aprovechadas por redes delictivas para actuar contra los más vulnerables. Los traficantes abusan cada vez más de los sistemas de asilo. Quienes caen en las redes de tratantes pueden enfrentar la explotación sexual, distintas formas de trabajo esclavizante y mendicidad forzada y abuso de todo tipo”, explicó Argueta.
De acuerdo con el reporte sobre “Trata de Personas 2020 de los Estados Unidos”, para el año 2019 se investigaron 80 casos, de los cuales 77 de estos, eran delitos de trata de personas con fines de explotación sexual; un caso de mendicidad forzosa y dos casos relacionados al trabajo forzoso, de los cuales, las autoridades procesaron a 9 individuos involucrados. De estos 8 eran por trata con fines de explotación sexual y 1 por trabajo forzoso, al final del proceso penal condenaron a 12 personas, 3 por trata con fines de explotación sexual y 9 por matrimonios forzosos.
Los registros del Consejo Nacional Contra la Trata de Personas en El Salvador documentaron para el año 2020, una serie de casos y víctimas vinculadas a estos delitos que fueron denunciadas en distintas instituciones: 41 personas en el MINSAL, 4 en la DGME, 3 en el ISDEMU, 80 en la FGR, 45 en la PNC y 2 en la PGR.
Patricia Portillo, de ORMUSA, indicó en cuanto al delito de tráfico ilegal de personas que de un total de 118 casos iniciados, solo se judicializaron 91 denuncias. Mientras, las detenciones administrativas y en flagrancia que sumaron 131 imputados procesados, solo se logró 23 casos con condenas y solo 28 imputados guardan prisión.
“Respecto al delito de trata de personas de un total de 40 casos iniciados, solo 4 fueron judicializados, efectuando detenciones administrativas y en flagrancia de un total de 15 imputados procesados. Y de ellos, solo 4 casos recibieron condena con un total de 12 imputados que guardan prisión”.
“Y el gran porcentaje de población salvadoreña adulta, niñas, niños y adolescentes que son retornados al país por migrar irregularmente, lo hacen principalmente hacia Estados Unidos, seguido de México y otros países. Y el otro fenómeno importante del análisis es en relación a niñas, niños y adolescentes que migran sin acompañamiento de un adulto”, reiteró Portillo.
Las cifras son contundentes, Portillo, refirió que pese al confinamiento obligatorio por la pandemia del Covid-19, en el año 2020, se registró un total de 17, 165 connacionales que fueron detenidos en la frontera Sur de los Estados Unidos y México, en su ruta de cruzarla.
“Sabemos que hubo 2,377 detenidos que eran niñas, niños y adolescentes que migraban sin un acompañante adulto. Y las cifras de personas salvadoreñas detenidas en la frontera Sur de Estados Unidos, y hasta el mes de julio del presente año, los salvadoreños y salvadoreñas detenidas son alarmantes con un total de 74, 964 personas, de los cuales 11,508 personas eran niñas, niños ya adolescentes en migración sin adulto que lo acompañara”, sostuvo Portillo.
Ante la problemática y la incidencia de mafias que manipulan a la población migrante, el “Observatorio Latinoamericano Sobre Trata y Tráfico de Personas, Capítulo El Salvador”, demandó de las autoridades salvadoreñas y centroamericanas la garantía y respeto de los derechos humanos de las personas migrantes por las autoridades que se involucran en la “Ruta del Migrante”.
Así también, piden una mayor efectividad en la persecución y erradicación de redes de traficantes y tratantes de personas, al desarrollar acciones articuladas y combinadas entre los diferentes países de la región.
“Que se desarrollen políticas públicas que permitan transformar las condiciones de vida en los países centroamericanos, con el propósito de dejar de ser países expulsores de su población. Y dar cumplimiento a la Ley Especial contra la Trata de Personas y Ley Especial para la Prevención y Protección Integral de Personas en Condición de Desplazamiento Forzado Interno”, agregó Mirna Argueta, de AS Mujeres.
El Observatorio Latinoamericano Sobre Trata y Tráfico de Personas, Capítulo El Salvador”, en el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños”, también registró el ingreso de cinco nuevos integrantes a este esfuerzo cuyos representantes firmaron el convenio institucional, estos son: Universidad de El Salvador (UES), Fundaciones Misioneros de San Carlos Scalabrinianos, Asociación CREDHO, Iglesia Anglicana de El Salvador, Centro de Desarrollo Humano Merced para Crecer y la Fundación Silencio.
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