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Patricia Meza
Joaquín Salazar
@DiarioCoLatino
Cada día en la estación del ferrocarril de Fuzhou, ciudad de la provincia de Fujian, entre 5 y 6 millones de pasajeros se dirigen a diferentes partes de la República Popular China, en lo que se conoce como tren de alta velocidad.
Esta vez el destino fue Shanghái, en la estación que forma parte de la red ferroviaria y que da paso a los trenes de alta velocidad (TAV), conocidos también como trenes rápidos o trenes bala.
A eso de las 9 de la mañana se salió de la estación en Fuzhou, una ciudad industrializada, ubicada en la costa del mar de China, a orillas del río Min.
Aquí el tren eléctrico G1634, llegó a recoger a los inusuales pasajeros que junto a los locales iniciaron el viaje de Fujian hasta la ciudad de Shanghái, que queda a un poco más de mil kilómetros de distancia.
Este moderno tren “bala” cuenta con 60 asientos en primera clase y 90 en segunda, el precio es de aproximadamente 633 yuanes, que equivale a $100 dólares, por pasajero. El tren bala pueden alcanzar velocidades de 200 km/h o más sobre líneas existentes actualizadas, y 250 km/h sobre líneas específicamente diseñadas para tal efecto, según informaciones de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC).
Según las informaciones el tren ha tenido avances en su construcción a través de doce años de ejecución. Hoy cubre el 80 % del territorio del gigante asiático, todas las ciudades grandes ya cuentan con el sistema interconectado.
Y es que parece ser que la tecnología en esta nación es el pan de cada día, no solo en el tema ferroviario, sino que también construyen aviones, han logrado establecer pago digital, crear plataformas como Alipay y We Chat, entre otros avances referidos también a la ciencia. Pero en el caso específico de los trenes, según el buró de ferrocarriles, desde 2007 al 2018 hay más viajeros que se transportan en este medio, mostrando un crecimiento del 0.4 % al 60.4 %.
Esto porque se ha vuelto la mejor opción, ya que el costo económico se reduce a la mitad en comparación de viajar por vía aérea que oscila entre los $200 dólares de una ciudad a otra, cuya distancia es de mil kilómetros.
En el caso de Beijing, estos trenes conocidos como Fuxing de alta velocidad se dieron a conocer en el 2018, uniendo la capital con Shanghái en aproximadamente cuatro horas en un recorrido de más de 1,200 kilómetros. Estas nuevas unidades atienden una demanda de más de 100 millones de pasajeros al año. Hay muchos beneficios de viajar en este tren: se pueden comprar los boletos en línea, ofrecen servicio de comida, wifi en estaciones, pero sobre todo es amigable con el medio ambiente.
Y se espera que en el 2020 se concluya la fabricación de ferrocarriles, con rutas verticales y horizontales, con más de diez entradas y salidas.
Hay doscientos trenes de velocidad que transportan los millones de pasajeros diarios y en tiempo normal, el 70 % de los asientos va ocupado y en temporada alta el 90 %.
Estos trenes se mueven totalmente con electricidad, cabe destacar que China impulsa programas de utilización de energía solar, eólica e hidráulica.
Así como también permite beneficiar a personas adultas mayores, personas con discapacidad y niños y niñas, ya que tiene entre el 50 % y 70 % de descuentos en sus pasajes.
Durante el recorrido hacia Shanghái, es impresionante observar montañas, pueblos, edificios, ríos, flores y mucha naturaleza, mientras se desplaza por ciudades importantes a una velocidad de 350 kilómetros por hora.
La velocidad permite avanzar rápidamente, quizás para la sociedad salvadoreña este tipo de tecnologías solo se vea en la televisión, pero con el establecimiento reciente de relaciones diplomáticas podría contarse con estos avances y ser parte de un convenio de cooperación entre ambas naciones.
Al final el viaje duró cuatro horas y media, tiempo en el que se demostró que la República Popular China, cuenta con grandes avances tecnológicos en transporte, dispuesta a compartir los conocimientos y las experiencia, por lo que no debería descartarse esta opción para los salvadoreños, cumpliendo así una de las principales promesas que hizo en su campaña el presidente electo Nayib Bukele.
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