Carlos Burgos
Fundador
Televisión educativa
Cojutepeque, decía mi amigo y poeta Carlos Peña Campos, tiene las cualidades de dos ciudades de la antigua Grecia: el énfasis en la cultura como Atenas y en las armas, como Esparta.
Los cojutepecanos han parecido atenienses derramando cultura con sus poetas: Rafael Cabrera, Ana Dolores Arias, Manuel Delgado, Raúl Contreras, León Sigüenza, Filadelfo Cruz, J. Francisco López, Manuel de J. Bonilla. Jorge Buenaventura Laínez, Irma Lanzas, y otros connotados hijos de esta tierra que se han destacado en diferentes artes como Julita Díaz en pintura, Wilfrido Barraza en música, Roberto Dávila Alegría en cinematografía. Y han parecido espartanos cuando han combatido en guerras internas y en otros países, bajo el grito de «Adentro, cojutepeques».
Hoy, en el siglo XXI, los cojutepecanos están empeñados en demostrar que la cultura no es patrimonio de ningún grupo. En esto como espartanos están divididos y como atenienses impulsan cultura. Esto ha derivado en tres casas de la cultura: la Casa de la Cultura nacional, la Casa de la Cultura municipal y la Casa de la Cultura popular. Estos tres conceptos tienen sus propias justificaciones y proyecciones.
La Casa de la Cultura nacional es una entidad estatal insertada en la Red de Casas de la Cultura. Su creación fue una idea genial que tuvo un impulso sostenido con muchos destellos de gloria. Pero con el tiempo su modelo parece que se ha ido agotando, algunos de sus directores se han cansado, rutinizado, apoltronado… En Cojutepeque esta entidad está ubicada a la par del excine Cuscatlán y no se hizo nada para rescatarlo, a pesar de ser un amplio espacio que necesita el pueblo para celebrar eventos con numerosos asistentes. Se ha conformado con celebrar algunos talleres, cursillos y el certamen anual en una rama literaria.
La otra entidad, la Casa de la Cultura municipal, ha sido creada por la municipalidad en vista que no podían coordinar actividades con la Casa de la Cultura nacional. No había entendimiento, representaban dos corrientes políticas antagónicas, y en esto cada quien quería predominar. Entonces la municipalidad realiza sus propias actividades culturales con énfasis en los festejos patronales de enero y la feria agostina. Selecciona a ciudadanos que nomina como «Hijo meritísimo», «Orgullo cojutepecano», «Talento cojutepecano», a pesar que se ha descuidado la biblioteca y se permitió que se derribara el antiguo edifico de la Alcaldía, referente valioso del centro histórico de la ciudad.
La tercera entidad es la que llaman Casa de la Cultura popular, la de la galera del Solar, ubicada en el barrio San Nicolás, la que a veces se toma las calles para celebrar sus eventos con el beneplácito de la población. Está impulsada por un grupo de jóvenes visionarios, emprendedores, que no están contaminados por tendencias antagónicas ni están satanizados. No tienen salarios ni recursos. El local donde presentan sus conciertos, recitales, teatro, concursos, entrevistas, obras literarias… es una galera construida con varas de bambú y techo de plástico. Durante tormentas huracanadas solo les que en pie algunas varas, pero no se amedrentan y reconstruyen su galera.
Estos jóvenes organizados legalmente en la entidad «FundArte Cojutepeque», y con el respaldo de la firma de más de tres mil ciudadanos, se presentaron ante el presidente Salvador Sánchez Cerén, el 21 de noviembre del 2015, cuando aquí se realizó el evento Gobernando con la Gente. Le plantearon la necesidad de contar con un espacio donde desarrollar eventos culturales para lo cual le solicitaron en comodato el excine Cuscatlán para convertirlo en Teatro Cuscatlán. El presidente los escuchó con atención y se entendió que les respondería oportunamente.
En la actualidad, estas tres Casas de la Cultura constituyen una esperanza para la ciudadanía cojutepecana que necesita espacios, apoyo, recursos, para canalizar la energía de miles de adolescentes, jóvenes, adultos y mayores, que buscan horizontes donde expandir sus alas e inquietudes en torno a la cultura.
Los cojutepecanos les decimos: adelante con todo, para alcanzar sus programas y proyectos culturales en nuestra legendaria Ciudad de las Nieblas.