Niamey / AFP
Cerca de tres millones de personas en Níger, de las cuales más de la mitad son niños, se ven afectadas este año por diversas crisis humanitarias y necesitan ayuda, advierte la ONU.
«Casi 3 millones de personas, de las cuales más de la mitad son niños, necesitan ayuda humanitaria en Níger, ante los riesgos que plantean la inseguridad, la malnutrición, las epidemias recurrentes, las inundaciones cíclicas, las sequías y los desplazamientos», según el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Niamey.
Níger se enfrenta desde 2015 a ataques yihadistas muy mortíferos en el oeste (zona de las tres fronteras Níger-Malí-Burkina Faso) y en el sudeste fronterizo con Nigeria.
En esas zonas, «la situación de seguridad se ve exacerbada, lo que provoca la afluencia de miles de refugiados, repatriados, desplazados internos y migrantes, todos los cuales necesitan acceder a los servicios sociales básicos y protección para su supervivencia», explica el UNICEF.
En Diffa (al sureste), ciudad azotada por Boko Haram, los ataques contra civiles «impidieron que 263.000 personas regresaran a sus hogares».
En las regiones de Tillabéri y Tahoua (oeste), 78.000 personas se vieron obligadas a desplazarse debido a la «creciente inseguridad», afirma Unicef.
«El deterioro de la seguridad», en varios estados federados de Nigeria, engendró «el movimiento de decenas de miles de personas» (más de 40.000 según las autoridades locales) hacia la región nigeriana vecina de Maradi, detalla la agencia de las Naciones Unidas.
En total, Níger acoge a cerca de 450.000 refugiados (nigerianos, malienses y de Burkina Faso) y desplazados internos, expulsados por la violencia yihadista o por bandas armadas, según Naciones Unidas que se preocupan por la falta de fondos para cubrir todas las necesidades.
Algunos refugiados y desplazados viven en medio de una población ya muy pobre.