La Haya / AFP
Jan Hennop / Danny Kemp
Tres personas murieron y cinco resultaron heridas el lunes cuando un hombre disparó en un tranvía en Utrecht, en un ataque que podría tener «movil terrorista», dijo la policía holandesa que horas después detuvo a un sospechoso.
«Nos acaban de informar que el sospechoso fue detenido», dijo el jefe de la policía de Utrecht Rob van Bree en una conferencia de prensa. La policía había indicado previamente que estaban buscando a un hombre nacido en Turquía, Gokmen Tanis, de 37 años, del cual distribuyó una foto.
Durante las horas de fuga del presunto autor, las autoridades reforzaron la seguridad en edificios claves del país y aeropuertos como el de Ámsterdam-Schiphol, y pidieron a los residentes de Utrecht, una de las mayores ciudades de los Países Bajos, que no salieran a la calle.
«En este punto, podemos confirmar tres muertes», dijo el alcalde, Jan van Zanen, en un videocomunicado difundido en Twitter, precisando que las autoridades trabajan sobre la base de que fue un «atentado terrorista».
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, calificó el acto, que ocurre pocos días antes de las elecciones locales, de «profundamente alarmante».
Los servicios de inteligencia turcos investigan el ataque, dijo el presidente Recep Tayyip Erdogan.
Las autoridades holandesas dijeron que probablemente el ataque tuvo un móvil terrorista, pero que «no podían descartar» otros motivos, como una disputa familiar.
«Nuestros servicios de inteligencia están investigando todo esto», dijo Erdogan al canal de televisión turco Ulke TV.
«Unos dicen que es una disputa familiar, otros que es un atentado terrorista», añadió.
Por su parte, el padre del sospechoso dijo que quiere que su hijo sea «castigado» si es el autor del ataque, informó la agencia de prensa turca DHA.
«Si lo hizo, debe ser castigado», dijo Mehmet Tanis.
Según medios de comunicación turcos, la familia Gökmen Tanis es de Yozgat, en el centro de Turquía.
Mehmet Tanis dijo a DHA que regresó a Turquía en 2008 después de divorciarse de su esposa, que se había quedado con su hijo Gokmen en Holanda, adonde habían emigrado juntos.
Se volvió a casar y ahora vive en la provincia de Kayseri, en el centro de Turquía.
«No he dialogado, no he tenido contacto con mi hijo durante 11 años, no nos hemos hablado desde 2008», dijo Mehmet Tanis a DHA. «No era agresivo, pero han pasado 11 años desde entonces. ¿Qué ocurrió, qué vivió? No lo sé», agregó.
– «Quedarse en el interior» –
En Utrecht un testigo dijo a la prensa que había visto a una persona herida saliendo corriendo del tranvía, toda ensangrentada, y que acabó cayendo al suelo.
«La llevé a mi coche para ayudarla. Cuando la policía llegó, estaba inconsciente», dijo este testigo, que requirió el anonimato, a la cadena.
Las autoridades de Utrecht aconsejaron «quedarse en el interior antes de tener más informaciones. No se excluyen nuevos incidentes».
Los medios de comunicación locales mostraron fotografías de policías armados enmascarados y vehículos de emergencia rodeando un tranvía detenido cerca de un puente.
Las mezquitas de la ciudad fueron cerradas, afirmó la agencia de noticias ANP. El tiroteo se produce pocos días después de que 50 personas murieran en un ataque a dos mezquitas en Nueva Zelanda.
Los principales partidos políticos, incluido el VVD del primer ministro Rutte, anunciaron que suspendían la campaña para las elecciones locales del miércoles, que determinarán la nueva composición del senado.
Rutte también canceló una reunión del gobierno para seguir la situación.
Los Países Bajos se han librado hasta ahora de los mortíferos atentados que han golpeado algunos de sus países vecinos en los últimos años, pero últimamente ha tenidos algunos incidentes alarmantes.
En agosto, un afgano de 19 años residente en Alemania apuñaló e hirió a dos turistas estadounidenses en la Estación Central de Ámsterdam antes de ser herido y controlado.
En septiembre, investigadores neerlandeses dijeron que habían arrestado a siete personas y desbaratado un «ataque importante» contra civiles.
En esa ocasión se incautaron de una gran cantidad de material para fabricar bombas.