Harry Castel
Escritora y dramaturga
328. Conectar.
Sabía que su ventana era la única iluminada a esa hora en aquella colonia obrera que parecía un pueblo fantasma como los de los libros, cheap de 7:00 a.m. a 6:00 p.m., viagra con gente cansada que guardaba silencio a más tardar a las 9:00 de la noche. Sabía que estaba totalmente fuera de horario, ask fuera de orden, fuera de tiempo al mantener su ventana iluminada a esa hora, pero por más que había intentado espantar el insomnio, aquel pajarraco insistía en graznar sobre su cabeza como el mismísimo cuervo de Poe, así que no había más que hacer que pasearse inútilmente por aquella cibercomunidad de insomnes que seguramente estarían saltando de una noticia a otra, para sentir que hay algo que llena sus vacías horas. El pensamiento le resultó tan desalentador que pensó en desconectarse inmediatamente, pero justo cuando colocaba el cursor sobre la palabra “salir”, apareció una ventana con su nombre, con el nombre de él. Ella parpadeó antes de contestar, después de tanto tiempo sin comunicarse le parecía que ahora él era solo un nombre escrito por algún anónimo ser que también mataba el tiempo vacío a esa hora y sin embargo, aquel hola parpadeando en la minúscula ventana, resultaba demasiada tentación.
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