Deborah López
@DiarioCoLatino
En el año 2018, el Sistema Regional de Monitoreo, encargado de documentar y diseminar información sobre el alcance y causas del fenómeno de desplazamiento forzado interno generado por la violencia en Centroamérica, en colaboración con organizaciones sociales como Plan Internacional El Salvador, Fundación Educación y Cooperación (EDUCO), Casa Alianza Honduras, Pastoral de Movilidad Humana de Honduras, Asociación Pop No´j de Guatemala y Cristosal, brindó un seguimiento a esta problemática con el objetivo de establecer un informe denominado: “Señales de crisis. Desplazamiento forzado interno por violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras”.
Este informe detalla registros, cifras y análisis sobre la situación de las víctimas en el Triángulo Norte, con el fin de proporcionar una visión regional sobre esta problemática, en la que prevalece el bajo nivel de desarrollo humano, el control territorial por grupos de crimen organizado, el abandono estructural e histórico de las víctimas y la migración.
“Se trata de un enfoque regional donde además de brindar estadísticas y cifras de más de 2 mil casos registrados el año pasado por diferentes organizaciones, que integramos el Sistema Regional de Monitoreo, estamos planteando un enfoque de conflictos y construcción de paz”, argumentó Celia Medrano, directora regional de programas de la fundación Cristosal.
De acuerdo con Medrano, esta visión no solo plantea señalar la situación de desplazamiento forzado por violencia, como un hecho que debe ser atendido desde su consecuencia, sino que trabaja el análisis de las causas a través de conductores y detonantes. “Es importante no solo abordar el desplazamiento formado como un efecto, sino poder generar política pública para abordar las causas que se generan: la desatención del Estado, la ausencia de servicios de salud, educación, seguridad y oportunidades económicas a nivel local que se encuentran marginadas, es un conductor indiscutible que detona desplazamiento forzado por violencia generalizada en el país”, detalló.
Ante esto, el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, indicó que “es indispensable evaluar las políticas públicas de seguridad, para asegurar la aplicación del enfoque de derechos humanos, priorizando el bienestar integral de las víctimas de la violencia”. También expresó que en la primera reunión que el gabinete de seguridad tuvo con el Presidente, se plantearon medidas que serán anunciadas oportunamente para empezar a combatir la violencia y la recuperación del territorio. “Vamos a abordar el problema de frente, no vamos a escondernos debajo de la alfombra, no vamos a seguir insistiendo en que la migración forzada se debe a que los niños quieren reunirse con sus padres. No es un problema de nostalgia familiar, es un problema estructural que tiene sus raíces en las injustas condiciones de calidad en la que viven las comunidades, la falta de empleo y la inclusión”, aseguró.
Según datos del Sistema de Monitoreo, la tasa promedio de homicidios para los tres países que conforman el Triángulo Norte, es de cuarenta personas asesinadas por cada cien mil habitantes. Las amenazas contribuyeron la razón principal del 49 % de las víctimas registradas.
Solo en El Salvador, las tres principales causas de desplazamiento mencionadas por las víctimas que Cristosal registró, muestran que 67.2 % fueron por amenazas, 29.8 % por homicidio de familiares y 22.5 % por temor por violencia.
Un aspecto importante de resaltar corresponde a los victimarios, ya que se identificó que las pandillas son los principales agresores en los tres países centroamericanos, que causan el desplazamiento forzado, así como también a agentes de Estado que contribuyen a este fenómeno. Además, Ulloa enfatizó en que el Gobierno cuenta con un sistema regional de instituciones, que pueden participar de forma activa para abordar este problemática, como el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). “Evoquemos a las instituciones de la integración (SICA) y la supra nacionalidad Centroamericana, para que también acompañen este proceso. No nos quedemos solos, este fenómeno no se va a resolver con un solo país, ni un solo gobierno, necesita el acompañamiento de otras instituciones, de la sociedad civil y de la comunidad internacional”, señaló.