Por Diego Urdaneta
Madrid/AFP
Un tribunal dispuso indemnizar por 1.573 millones de euros al Estado español por los daños dejados por la marea negra del petrolero «Prestige» en 2002, una de las peores tragedias medioambientales en Europa.
La Audiencia Provincial de La Coruña, en el noroeste de España, dictaminó también una compensación de 61 millones de euros para Francia y de 1,8 millones de euros para Galicia, frente a cuyas costas se hundió el carguero hace quince años.
En el peor desastre ecológico en España, el «Prestige» derramó 63.000 toneladas de fuel, afectando al medio ambiente y a la fauna silvestre, un daño que se propagó hasta costas portuguesas y francesas.
Son en total 272 partes a resarcir, incluidos particulares, empresas y ayuntamientos, tanto en España como en Francia, para una cifra global de alrededor de 1.650 millones de euros, detalló el auto de la corte.
«Los daños morales causados son obvios, extensos y profundos, no solo por el sentimiento de temor, ira y frustración que afectó a gran parte de los ciudadanos españoles y franceses, sino también por la huella indeleble» de la catástrofe, indicó el texto.
El capitán del barco, el griego Apostolos Mangouras, y la asegurada inglesa The London P&I Club, deben abonar 1.000 millones de euros, el monto máximo establecido en el contrato del seguro, según la corte.
La diferencia correrá por cuenta de la propietaria liberiana del buque, Mare Shipping Inc., así como el intergubernamental Fondo Internacional de Indemnización de Daños por contaminación de hidrocarburos, FIDAC.
El «Prestige», un petrolero liberiano con pabellón de Bahamas, se averió durante un temporal y quedó a la deriva, finalmente hundiéndose el 19 de noviembre de 2002 en el océano Atlántico, frente a Galicia.
Su fuel esparcido durante semanas contaminó unos 2.980 kilómetros de costa. Ante ello, más de 300.000 voluntarios venidos de toda Europa participaron en la limpieza en playas y acantilados.
Daños catastróficos
En enero de 2016, el Tribunal Supremo español condenó a dos años de prisión al capitán griego, ahora octogenario, «como autor responsable de un delito imprudente contra el medio ambiente en la modalidad agravada de daños catastróficos».
Mangouras se encontraba bajo tratamiento médico tras una operación del corazón y comandaba a una joven tripulación sin experiencia.
Zarpó con «un barco envejecido y con deficiencias operativas que conocía perfectamente», y una sobrecarga de 2.000 toneladas de fuel, en «una situación en la que no podía garantizar la seguridad del barco ante un fuerte contratiempo», indicó el fallo.
El Supremo corrigió así una sentencia anterior de la Audiencia Provincial de La Coruña, que en 2013 absolvió al capitán, generando protestas multitudinarias en Galicia.
La máxima corte tomó en cuenta las notas de un antiguo capitán del «Prestige», que se quejó de las malas condiciones del carguero.
También dos empresas petroleras, la española Repsol y la británica BP, habían desaconsejado el uso del tanquero, de 26 años de antigüedad.
La corte atribuyó la «responsabilidad civil directa» de la catástrofe a la aseguradora The London P&I Club y a Mare Shipping Inc.
En 2012, el daño sufrido fue evaluado en 4.121 millones de euros, de ellos 3.862 millones para el Estado español.
Un año más tarde, el gobierno francés estimó en 109 millones de euros el coste para las víctimas de ese país.