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Pese a los esfuerzos de la derecha criolla y el imperialismo, de impedir las elecciones en la República Bolivariana de Venezuela, la población acudió a las urnas para elegir a sus gobernadores y sus consejos, y de paso rechazar con el voto la violencia impuesta al Gobierno de Nicolás Maduro y pueblo bolivariano.
Como en otras ocasiones, en las que les ha tocado elegir a sus representantes en el Gobierno, los venezolanos se volcaron ayer a las urnas de forma masiva. A la hora de redactar este editorial, las autoridades electorales, en un informe preliminar hablaban del 61.4% de la participación ciudadana en las urnas.
“Es la participación más alta en 15 años”, proclamó el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Recordó, el mandatario, que la más alta había sido durante la presidencia del comandante Hugo Chávez Frías.
Es necesario recordar que cuando el Comandante Hugo Chávez fracasó en un golpe de Estado, puso su empeño en los procesos electorales, y fue a través de ellos que llegó al poder, y con él se dieron más de una decena de las elecciones de las que perdió solo una.
Pese a la derecha criolla e internacional, y que algunos gobiernos de Europa y de Estados Unidos, principalmente hablan de “dictadura” en Venezuela, el proceso electoral de ayer les demuestra que no es cierto, y que esos epítetos tienen como principal objetivo desprestigiar la democracia venezolana, desprestigiar al Gobierno de Venezuela.
Venezuela, pese a que está construyendo un socialismo al “estilo venezolano”, éste se da mediante los procesos democráticos burgueses, es decir, mediante las elecciones.
En otros momentos, por cierto, a escala internacional se dijo que el sistema electoral de Venezuela era el más moderno y el más transparente.
Pues con ese modelo moderno y transparente, los venezolanos eligieron ayer a sus gobernantes. Según datos preliminares, el 75% de las gobernaciones las ganó el oficialismo, es decir, el Partido Único Socialista de Venezuela (PSUV), mejor dicho, el “Chavismo”, término que desde la oposición de la derecha venezolana y del imperialismo es peyorativo, pero, entre los millones de venezolanos es un orgullo. Ese porcentaje le da al partido de Nicolás Maduro 17 de las 23 gobernaciones o Estados, lo que significa un contundente triunfo.
Datos oficiales confirman la participación de cerca de diez millones de votantes, es decir, un número más que representativo que legitima este proceso electoral.
La derecha criolla e internacional, así como el resto de los países del mundo, deben reconocer este triunfo electoral del oficialismo, y convencerse que el Gobierno de Nicolás Maduro abandera la democracia en Venezuela.
Desde este espacio no nos queda más que felicitar al pueblo venezolano su opción por la democracia, y exigir a los opositores reconocer su derrota.
