Washington/AFP
Donald Trump aseguró que los funcionarios nominados a puestos clave en su gabinete tienen libertad para expresar sus puntos de vista aunque difieran con sus propuestas, al tiempo que reavivó la polémica que mantiene con las agencias estadounidenses de inteligencia.
En un tuit, Trump dijo que espera que en las audiencias de confirmación que se realizan en el Senado, los miembros nominados para puestos en su gobierno «expresen sus propios pensamientos, no los míos».
Varios miembros designados para el gabinete del próximo presidente de Estados Unidos se presentaron esta semana ante audiencias en el Senado y según Trump «están luciendo muy bien y haciendo un gran trabajo».
Sin embargo, en esas agotadoras audiencias varios de los nominados expresaron puntos de vista opuestos a las ideas defendidas por el propio el magnate neoyorquino durante la campaña electoral e incluso luego de su victoria.
Las contradicciones más claras quedaron en evidencia en las audiencias con Rex Tillerson, escogido para ser el futuro Secretario de Estado, y el general James Mattis, nominado para ser Secretario de Defensa.
Ambos, por ejemplo, defendieron la adopción de una posición mucho más rígida frente a Rusia que la propuesta por Trump, quien desea una mejora en las relaciones con Moscú.
Mattis incluso llegó a afirmar en su interrogatorio estar convencido que Rusia se propone quebrar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza fundamental para Washington a la que Trump llegó a criticar en su campaña.
Tillerson -un empresario petrolero con extensas relaciones con Rusia- incluso se distanció de la idea de Trump de abandonar los acuerdos sobre cambio climático firmados en París.
Para Tillerson, «es importante mantener el lugar a la mesa» donde se realizan las negociaciones.
Relaciones en carne viva
Pero si minimizó la importancia de las divergencias de sus nominados, Trump utilizó este viernes la red Twitter para reavivar la amarga controversia que lo enfrenta con los organismos estadounidenses de inteligencia.
Las tensiones entre el presidente electo y las agencias de inteligencia habían aumentado desde que esos órganos elaboraron un informe afirmando que Rusia había interferido en las elecciones presidenciales de noviembre para beneficiar a Trump.
Sin embargo, la desconfianza se convirtió en enfrentamiento abierto después que Trump acusó a esas mismas agencias de filtrar a la prensa informes que sugieren que Rusia podría chantajear al próximo presidente estadounidense, ya que supuestamente posee evidencias de comportamiento inaceptable de Trump durante un viaje a Moscú en 2013.
En un torrente de mensajes en Twitter este viernes, Trump se refirió a los «asquerosos operadores políticos» por detrás de esos informes, y reafirmó la promesa de una nueva investigación sobre lo ocurrido durante las elecciones presidenciales.
«Ahora resulta que las informaciones falsas contra mí fueron montadas por mis oponentes políticos y un fracasado ex espía. Hechos inventados por asquerosos operadores políticos, tanto Demócratas como Republicanos. ¡NOTICIAS FALSAS!», criticó.
En otro mensaje, volvió a reiterar que esos informes «posiblemente fueron divulgados por ‘inteligencia’ aún cuando sabían que no hay pruebas ni nunca habrá».
En referencia al gabinete con que gobernará a partir del 20 de enero, Trump aseguró que «mi gente hará un completo informe sobre la piratería (en las elecciones) en 90 días».
Trump descartó que haya logrado derrotar en la contienda electoral a la demócrata Hillary Clinton gracias al pirateo y divulgación de correos electrónicos comprometedores.
Clinton, afirmó Trump, perdió la elección «porque hizo campaña en los estados equivocados».
Durante la conferencia de prensa que ofreció el miércoles, Trump llegó a admitir que Rusia estaba por detrás del pirateo de los correos electrónicos de Clinton y dirigentes Demócratas, pero añadió que eso no tuvo efecto en el resultado de la elección.