Por Laura Bonilla
Nueva York/AFP
Donald Trump dijo que apenas asuma la presidencia de Estados Unidos comenzará a construir un muro con México para frenar la inmigración ilegal y prometió que el país vecino reembolsará el costo de la obra, posiblemente a través de impuestos.
«Vamos a construir un muro. No quiero esperar cerca de un año o un año y medio hasta que finalicen mis negociaciones con México, que empezaremos en cuanto asuma», dijo Trump en su primera conferencia de prensa como presidente electo, a solo nueve días de llegar a la Casa Blanca.
«De alguna forma, y hay varias formas, México nos reembolsará (…) sea a través de un impuesto o de un pago, es menos probable que sea un pago», indicó.
Trump ha mencionado en el pasado la posibilidad de aplicar un impuesto a las remesas que los inmigrantes envían a sus familias en México.
El vicepresidente electo, Mike Pence, ya trabaja con varias agencias y con el Congreso para aprobar la financiación del muro y comenzar su construcción, precisó Trump.
«México no pagará»
«Es evidente que tenemos algunas diferencias con el próximo gobierno de Estados Unidos, como el tema de un muro que por supuesto México no pagará», reaccionó más tarde el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, durante una reunión anual con embajadores y cónsules mexicanos.
No obstante, Peña Nieto dijo estar dispuesto a trabajar «para tener una buena relación con Estados Unidos y su presidente».
México ya ha insistido en que no pagará por el muro, que se extendería a lo largo de los 3.200 km de frontera y costaría entre 8.000 y 12.000 millones de dólares, según cálculos de Trump durante su campaña.
«Estados Unidos tiene el derecho de proteger sus fronteras», había dicho el martes el nuevo canciller mexicano, Luis Videgaray.
«Lo que es inadmisible, y sería violentar de manera profunda la dignidad de todos los mexicanos, sería pretender que México pague por infraestructura de Estados Unidos, eso no va a ocurrir», dijo el canciller a Televisa.
«Ni hoy ni mañana ni nunca México pagará por ese estúpido muro. ¡Si Trump quiere un monumento a su ego, que se lo pague él!», tuiteó el expresidente Vicente Fox el miércoles tras la conferencia de prensa del magnate.
Mexico, I love you
En la rueda de prensa, Trump dijo que ama al pueblo mexicano, pero que éste se aprovecha de Estados Unidos y que eso terminará durante su gobierno.
«Respeto al gobierno de México. Respeto al pueblo de México. Los amo. Mucha gente de México trabaja para mí. Son fenomenales. El gobierno es genial. No los culpo por lo que ha sucedido. No los culpo por tratar de sacar ventaja de Estados Unidos. Me gustaría que nuestros políticos fuesen así de astutos», sostuvo Trump.
El presidente Peña Nieto recibió a Trump (pero no a Hillary Clinton) en una polémica visita cuando éste aún era candidato a la Casa Blanca.
En su campaña, Trump acusó a los mexicanos de ser «violadores» y «narcotraficantes» y dijo que deportará a millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, muchos de ellos mexicanos.
Este miércoles, anunció asimismo un «gran impuesto fronterizo» a las empresas estadounidenses que sean deslocalizadas al extranjero.
«Si usted quiere mudar su fábrica y por ejemplo la construirá en México y fabricará sus aires acondicionados o automóviles o lo que sea y lo venderá a través de una frontera muy, muy fuerte, no una frontera débil como es ahora -en realidad no tenemos frontera, es un colador agujereado- se equivoca. Va a pagar un gran impuesto fronterizo», advirtió Trump.
La empresa estadounidense Ford canceló la construcción de una planta en México, una inversión de 1.600 millones de dólares que hubiera dado empleo a 2.800 personas, tras ser criticada por Trump.
Trump ya había amenazado la semana pasada con imponer «un alto impuesto fronterizo» a General Motors porque fabrica en México un modelo de Chevrolet -el Chevy Cruze- que luego vende en Estados Unidos libre de impuestos.
Tras las declaraciones del mandatario electo, el peso mexicano, que trastabilla desde su victoria electoral, se hundió a un mínimo histórico de 22,2 unidades por dólar durante la sesión.
La economía mexicana está íntimamente ligada a la estadounidense. El 80% de las exportaciones de México tienen como destino su vecino del norte.
México es parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) junto a Canadá y Estados Unidos desde 1994, pero Trump amenaza con abandonarlo si no consigue mejores condiciones para su país.