Washington/AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atacó el sistema de salud pública del Reino Unido, probablemente poniendo más en duda su ya postergada visita al país.
«Los demócratas están presionando por un sistema de salud universal mientras miles de personas están marchando en el Reino Unido porque su sistema universal está en la ruina y no funciona», tuiteó.
«Los demócratas quieren aumentar mucho los impuestos para una atención médica realmente mala y no personalizada. ¡No, gracias!», dijo.
Miles de personas marcharon el sábado por el centro de Londres en apoyo al emblemático Servicio Nacional de Salud (NHS), en crisis durante meses por falta de personal, un problema agravado este invierno por un brote de gripe.
Pero a pesar de sus problemas actuales, el NHS, creado después de la Segunda Guerra Mundial, es una institución reverenciada en el Reino Unido y los comentarios de Trump pueden avivar el resentimiento hacia el mandatario.
Las relaciones entre el Reino Unido y Trump no han sido fáciles.
La primera ministra conservadora Theresa May fue la primera en visitar la Casa Blanca cuando Trump asumió en enero de 2017. Entonces lo invitó a realizar una visita de Estado, anhelando su complicidad cuando el país se apresta a romper con la Unión Europea (UE).
Este viaje -diferente a la visita de trabajo que Trump suspendió hace poco para inaugurar la embajada estadounidense en Londres-, no ha sido oficialmente anulado.
Pero sigue sin tener fecha, pese a que las visitas de Estado suelen preparase con gran antelación por todo el despliegue protocolario que implican, ya que el invitado es huésped de la reina Isabel II.
Trump ha enfurecido a los británicos con controvertidos comentarios en Twitter antes, en particular cuando retuiteó la propaganda antimusulmana de un grupo extremista y cuando se peleó con el alcalde de Londres, Sadiq Khan, después de un atentado terrorista.
No esta claro por qué Trump eligió atacar al NHS dos días después de las protestas de Londres.
Los intentos de Trump de revertir la reforma de salud de su predecesor Barack Obama, conocida como Obamacare, tuvieron dos fracasos, antes de que su partido lograra eliminar un elemento clave del plan, el llamado «mandato individual».
La medida requería que todos los estadounidenses compraran cobertura, de manera de reducir los costos al garantizar que las personas saludables estuvieran aseguradas.
Una posible explicación para la crítica de Trump fue una aparición televisiva de Nigel Farage, uno de los políticos británicos a favor de la salida de la UE y amigo personal del presidente. En Fox News el lunes, Farage cuestionó la viabilidad de la atención médica universal y culpó a los inmigrantes de la situación del NHS.