Washington / Prensa Latina
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó el viernes que este fin de semana comenzarán las redadas anunciadas contra miles de indocumentados con órdenes de deportación, en medio del rechazo de diversas voces a esas prácticas.
Obsesionado con su propósito de reducir la cantidad de inmigrantes en Estados Unidos, el mandatario manifestó a periodistas en la Casa Blanca que esas personas vinieron de forma ilegal.
«Vamos a sacar a la gente y llevarla de vuelta a sus países», expresó el gobernante republicano, cuyas políticas sobre inmigración reciben críticas dentro y fuera de territorio norteamericano.
Estados Unidos siempre ha sido un país de inmigrantes, recalcan los opositores del jefe de la Casa Blanca, cuyas rechazadas acciones en este asunto marcan su mandato, iniciado el 20 de enero de 2017.
Trump utiliza la amenaza de las redadas masivas contra los indocumentados con el objetivo de infundir miedo, consideró el jueves la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
Durante una rueda de prensa en el Capitolio, la líder legislativa comentó que se aterrorizará a niños y se separará a muchas familias, las cuales deben permanecer unidas.
«Todos en nuestro país tienen derechos», expuso Pelosi, quien hizo las declaraciones después de que el diario The New York Times informó que las redadas comenzarán el domingo.
Medios estadounidenses de comunicación reportaron el mes pasado que Trump, promotor de una ofensiva contra la inmigración irregular y de controvertidas medidas, había ordenado el inicio de redadas del mencionado tipo el 23 de junio.
Un día antes de esa fecha, el mandatario escribió en su cuenta personal de la red social Twitter que había decidido suspender la iniciativa por dos semanas a solicitud de los demócratas, después de que miembros de la fuerza azul condenaron los planes como una forma de provocar miedo en las comunidades del país.
Posteriormente, el mandatario insinuó que buscaría avanzar con el operativo, bajo responsabilidad del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por siglas en inglés), tras las celebraciones del Día de la Independencia, el 4 de julio.
Según las fuentes citadas por el Times, con la condición de preservar el anonimato, las redadas, de varios días de duración, incluirán deportaciones colaterales.
Eso significa, advirtió el periódico, que las autoridades podrían detener a inmigrantes que se encuentren en la escena, aun cuando no fueran el objetivo de la operación.
De acuerdo con el medio, el objetivo del ICE es deportar a las familias lo más rápido posible, y esa agencia está enfocada en al menos dos mil indocumentados con órdenes previas de deportación, como mínimo, en unas 10 ciudades importantes.