Hanói/AFP
Donald Trump defendió durante su gira asiática la utilidad de una buena relación con Rusia y ensalzó los resultados de su reciente visita a China, asegurando que Pekín endurecerá las sanciones contra Corea del Norte.
En declaraciones a la prensa o reanudando sus prácticas tuiteras, el presidente de Estados Unidos destacó los desmentidos de su homólogo ruso, Vladimir Putin, sobre las acusaciones de injerencia rusa en la campaña electoral de Estados Unidos, dando a entender que lo considera sincero.
Putin «me dijo que de ninguna manera se había entrometido en nuestras elecciones», dijo Trump a los periodistas que lo acompañaban en el avión presidencial Air Force One. «Realmente creo que si me dice esto es que lo dice de verdad», añadió.
Según Putin, se trata de «fantasías». «Todo lo que está vinculado al supuesto caso de injerencia rusa en Estados Unidos es la prueba de la lucha política interna en ese país», dijo.
Los jefes de los servicios de inteligencia estadounidenses afirmaron ante el Congreso que Rusia había intentado influenciar la campaña presidencial para favorecer a Trump.
El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, mantuvo el sábado sus acusaciones sobre la injerencia de Moscú en la campaña electoral de Estados Unidos.
Perjudicial para Estados Unidos
Según Trump, Putin «se sintió insultado» por las acusaciones. «Y ello no es bueno para nuestro país», dijo, subrayando que tener buenas relaciones con Moscú permitiría avanzar en temas cruciales como Corea del Norte.
Horas más tarde, Trump volvió a abordar el tema.
«¿En qué momento los odiosos y tontos que andan por allí se van a dar cuenta de que tener una buena relación con Rusia es algo bueno y no algo malo? Siempre están haciendo maniobras políticas, lo cual es malo para nuestro país. Quiero resolver Corea del Norte, Siria, Ucrania, el terrorismo, y Rusia puede ser útil», tuiteó.
En una rueda de prensa en Hanói, penúltima etapa de su gira, Trump reafirmó sin embargo su respaldo a las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Al ser interrogado sobre las afirmaciones de Putin, aclaró: «que le crea o no, estoy con nuestras agencias».
En la ciudad vietnamita de Danang, durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), los intercambios esta semana entre los dos hombres habían sido objeto de intensas especulaciones.
Las acusaciones de colusión entre el entorno de Donald Trump y el Kremlin, y una serie de diferendos entre los dos países, complicaron considerablemente las relaciones entre los dos presidentes.
Trump y Putin tuvieron hasta ahora un sólo verdadero encuentro: en julio, en Alemania, al margen del G20.
«Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos todavía no han salido de la crisis», admitió Putin, matizando que «estamos dispuestos a pasar página e ir hacia adelante». «Queremos tener relaciones armoniosas con Estados Unidos», destacó el presidente ruso.
Siria, Corea del Norte y Filipinas
Putin y Trump hablaron brevemente sobre Siria y coincidieron en decir que «el conflicto no tiene una solución militar», según los términos de un comunicado conjunto.
Una posición común que «salvará numerosas vidas», aseguró Trump subrayando que se puso «muy rápido de acuerdo» con su homólogo ruso.
Trump, que también visitó China esta semana, aseguró el domingo que su homólogo chino Xi Jinping aceptó endurecer las sanciones contra Corea del Norte en respuesta al programa prohibido de armas nucleares desarrollado por Pyongyang.
«El presidente Xi de China dijo que incrementará las sanciones» contra Corea del Norte, aseguró Trump. En otro tuit, agregó que nunca llamaría «enano y gordo» al líder norcoreano Kim Jong-Un.
«¿Porqué Kim Jong-Un me insulta llamándome ‘viejo’ cuando yo JAMÁS lo llamaría enano y gordo? ¡Yo hago todo lo posible por ser su amigo y tal vez algún día ello suceda!».
En Hanói, Trump propuso a su homólogo vietnamita Tran Dai Quang mediar en la disputa sobre el Mar de la China Meridional, cuya soberanía es reclamada en buena medida por Pekín.
«Si puedo ayudar a mediar o a arbitrar, por favor háganmelo saber… Soy un muy buen mediador», afirmó.
A su paso por Vietnam, varios contratos, en los sectores de la aviación y la energía, fueron firmados. Trump no abordó sin embargo la cuestión de los derechos humanos en este país comunista de partido único, que cuenta con numerosos disidentes encarcelados.
La última escala de la gira asiática de Trump será Filipinas, a donde el avión presidencial Air Force One se dirigía al mediodía.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, había descartado el domingo horas antes de su llegada que el mandatario norteamericano, tras elogiar su guerra contra el narcotráfico, le haga reclamos en materia de derechos humanos. En la APEC, Trump «dijo algo así como: ‘lo está haciendo muy bien'», comentó Duterte.