Washington / Teherán / AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dijo el lunes «abierto» a forjar un nuevo acuerdo nuclear con Irán, al tiempo que confirmó la reimposición de sanciones económicas contra Teherán, al que acusa de desestabilizar Medio Oriente.
«Sigo abierto a alcanzar un acuerdo más amplio que aborde toda la gama de actividades malévolas del régimen, incluido su programa de misiles balísticos y su apoyo al terrorismo», aseguró Trump en un comunicado.
Estados Unidos se retiró en mayo del acuerdo internacional alcanzado en 2015 para impedir que Irán desarrolle una bomba nuclear, y acordó nuevas sanciones económicas con el fin de aplicar una «presión máxima» sobre Teherán.
La primera ronda de medidas punitivas de Washington comenzará a regir esta medianoche (04H01 GMT del martes) e implican el bloqueo a transacciones financieras e importaciones de materias primas, así como las compras en el sector de los automóviles y la aviación comercial.
La segunda fase, que entrará en vigor el 5 de noviembre y bloqueará las ventas de petróleo de Irán, será más perjudicial, aunque varios países como China, India y Turquía han indicado que no están dispuestos a cortar por completo sus compras de energía iraní.
Trump, que criticó duramente el acuerdo con Irán como candidato presidencial, lo tildó recientemente de «trato horrible y unilateral».
«No logró el objetivo fundamental de bloquear todos los caminos hacia una bomba nuclear iraní, y arrojó una cuerda de salvamento de efectivo a una dictadura asesina que ha seguido extendiendo el derramamiento de sangre, la violencia y el caos», dijo.
El mandatario advirtió además que las empresas y las personas que sigan haciendo negocios con Irán corren el riesgo de sufrir consecuencias «graves».
«Instamos a todas las naciones a dar los pasos necesarios para dejar claro que el régimen iraní se enfrenta a una elección: cambiar su comportamiento amenazante y desestabilizador y reintegrarse a la economía global, o continuar por un camino de aislamiento económico», advirtió.
Después de meses de virulenta retórica, Trump causó sorpresa la semana pasada cuando ofreció reunirse con el presidente iraní, Hasan Rohani, sin condiciones previas.
Pero el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, sugirió que era difícil imaginarse una negociación con quien rompió un pacto en el que Irán y las potencias mundiales habían invertido «las más largas horas en la historia de una negociación».
Acordado en 2015 tras dos años de negociaciones entre Irán, Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia y Alemania, el trato permitió levantar una parte de las sanciones contra Teherán y lograr el compromiso del régimen islámico iraní de no dotarse de la bomba nuclear.
Algo insensato
El llamado de Estados Unidos a nuevas negociaciones con Irán al tiempo que reintroduce sanciones económicas es algo insensato, denunció el lunes el presidente iraní Hasan Rohani, quien denunció un intento de «guerra psicológica».
«Si eres un enemigo y apuñalas a la otra persona con un cuchillo y después dices que quieres negociaciones, lo primero que tienes que hacer es retirar el cuchillo», replicó el mandatario iraní en una entrevista televisiva, en la que afirmó además que su país «siempre estuvo abierto a las negociaciones».
Pero «Negociaciones con sanciones no tiene sentido», añadió.
«¿Cómo demuestran que se puede confiar en ellos? Regresando al JCPOA», señaló Rohani, haciendo referencia al acuerdo sobre el programa nuclear iraní alcanzado en 2015 y del que Estados Unidos decidió retirarse de forma unilateral en mayo, abriendo la vía a nuevas sanciones económicas contra la República Islámica.