Washington / PL
Martha Andrés Román
El presidente estadounidense, Donald Trump, ratificó en su visita a Francia lo que varias fuentes consideran hoy como un aislamiento cada vez más pronunciado, y volvió a colocarse en el centro de controversias.
Aunque no tuvo un papel protagónico en el acto celebrado en París este domingo por el centenario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial (1914-1918), fue blanco de críticas de líderes europeos y condenado por comentarios en Twitter y su comportamiento en territorio galo.
Con su discurso pronunciado en ese evento, el mandatario anfitrión, Emmanuel Macron, arremetió contra el nacionalismo, la doctrina defendida por Trump con su política de Estados Unidos primero.
El nacionalismo es una traición al patriotismo. Al decir ‘nuestros intereses primero, a quién les importan los demás’, borramos lo que una nación aprecia más, lo que le da vida, lo que la hace grande y lo que es esencial: sus valores morales, expresó el francés durante la ceremonia en el Arco de Triunfo.
Precisamente Trump, a quien parecían más dirigidas esas palabras, fue la nota discordante del acto al llegar tarde, cuando las decenas de dirigentes internacionales invitados ya estaban en sus puestos.
De hecho, el mandatario norteamericano hizo su entrada separado de otros líderes extranjeros, muchos de los cuales, entre ellos Macron; la canciller federal alemana, Angela Merkel; y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se reunieron en el Palacio del Elíseo antes de viajar juntos al Arco de Triunfo.
El jefe de la Casa Blanca estuvo presente en el almuerzo ofrecido luego por el anfitrión en honor a las delegaciones asistentes, aunque también arribó a esa cita con media hora de retraso.
Después de eso, no acudió al Foro por la Paz organizado por el Gobierno francés, un encuentro dirigido a promover el multilateralismo y en el cual tomaron parte más de 70 jefes de Estado y Gobierno.
Tal gesto del estadounidense fue visto por algunos medios y analistas como un boicot a la conmemoración internacional por el fin del conflicto bélico, así como una actitud de desprecio hacia una reunión donde se debatieron temas de interés global.
La canciller federal alemana, invitada por Macron a pronunciar el discurso inaugural en ese evento, advirtió también sobre el peligro de ‘un nacionalismo miope’.
Justo a la hora del inicio del Foro, Trump llegó al cementerio estadounidense de Suresnes, ubicado al oeste de París, y allí pronunció un discurso de unos 10 minutos en el cual ensalzó el desempeño de los estadounidenses en la Primera Guerra Mundial.
Este acto se produjo un día después de que recibió fuertes críticas por anular una visita al cementerio de Bois Belleau, en el norte de Francia, donde descansan restos de estadounidenses, ‘debido a las dificultades logísticas y de programación causadas por el clima’, según la mansión ejecutiva.
La lluvia de la jornada del sábado no impidió que el jefe del gabinete de Trump, John Kelly; y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Joseph Dunford, realizaran un recorrido por el lugar; ni que Macron, Merkel y Trudeau participaran en actividades de ese tipo.
Millones murieron para proteger el mundo libre durante la Primera Guerra Mundial, y Trump no puede molestarse en honrar sus recuerdos. En su lugar, ha elegido sentarse en un hotel y tuitear en vivo sobre Fox News, manifestó el congresista demócrata Don Beyer.
A esas polémicas se unieron las generadas por el presidente en Twitter tanto sobre cuestiones internacionales como domésticas.
El viernes pasado, pocos minutos después de llegar a París para el viaje que concluyó ayer, publicó un tuit en el que calificó de muy insultantes los planteamientos de Macron acerca de crear un ejército europeo que garantice mayor soberanía a la región.
Desde suelo europeo también provocó la ira de varios sectores norteamericanos al decir que los fuegos devastadores en California son a causa de un mal manejo forestal en ese estado; y avivó las tensiones electorales al acusar a los demócratas de intentar cometer fraude en Florida.
Por otra parte, unos mil 500 franceses se congregaron en la plaza de la República de París para protestar contra su presencia en esa capital.
Los líderes mundiales desairan a Trump y su visión nacionalista, Trump recibe fría bienvenida de los residentes en París, Trump el ‘nacionalista’ se apartó de los demás, fueron algunos de los titulares empleados en los medios estadounidense para hablar sobre la visita.
Según un artículo de opinión de The Washington Post, la conclusión general que sacaron muchas personas sobre el viaje fue que se vio a un presidente apartado del mundo, que apareció ‘retirado y sin entusiasmo en el escenario global’.
Estuvo muy solo en París este fin de semana, aislado de los líderes europeos y aliados tradicionales del país mientras continúa con su agenda de ‘Estados Unidos primero’, apuntó el portal digital Politico.
Desde Macron hasta la canciller Merkel y el primer ministro Trudeau, el mensaje parecía claro: Trump está llevando a Estados Unidos en una dirección más aislada, mientras que los aliados se unen para rechazarlo, estimó la publicación.