Un total de 10 republicanos votaron ahora en su contra, mientras en su primer juicio político realizado en diciembre de 2019, ningún miembro del partido rojo se atrevió a romper las líneas de su agrupación política.
Esto demuestra que los republicanos de alto nivel llegaron, finalmente, a un punto de ruptura con Trump, y de hecho, el terreno político cambió para el presidente a una velocidad asombrosa, destaca este jueves un artículo del diario The Hill, firmado por Niall Stanage, experto en el tema.
Los 10 legisladores que rompieron con el gobernante convirtieron esta votación en la más bipartidista en la historia de Estados Unidos, pues los únicos otros dos presidentes que fueron acusados, Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001), sufrieron cero y cinco deserciones de su propio partido, respectivamente.
Entretanto, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, parece quedarse sin paciencia con Trump también, pues según algunos de sus asesores, acogió con satisfacción el proceso de juicio político como una oportunidad para que el Partido Republicano se deshaga definitivamente de Trump.
McConnell dijo que no volverá a convocar al Senado en los próximos días, lo que asegura que Trump no puede ser destituido de su cargo antes de que termine su mandato el 20 de enero.
No obstante, un artículo del diario The New York Times señala este jueves que al quedar solamente una semana de su mandato, y a pesar de que la Cámara de Representantes aprobó enjuiciar al gobernante, Trump probablemente dejará el cargo antes de ser juzgado en el Senado.
El juicio político es una de las herramientas más importantes que la Constitución le otorga al Congreso para responsabilizar a los funcionarios gubernamentales, incluido el presidente, por incurrir en violaciones como mala conducta y abuso del poder, añade el periódico.
Según lo establece la Constitución, el proceso debe probar si el presidente ha cometido ‘traición, soborno u otros delitos graves y faltas’, recuerda la publicación.
En la Cámara solo se requiere una mayoría simple de legisladores para determinar que el presidente, en efecto, cometió delitos y faltas graves; pero en el Senado la votación debe alcanzar una mayoría de dos tercios, destaca el Times.
En este contexto, el diario The Washington Post señala este jueves que con menos de siete días restantes en su presidencia, el círculo íntimo de Trump se reduce, las oficinas en la Casa Blanca se están vaciando y el presidente ataca a algunos de los que quedan en su grupo de confianza.
En particular está furioso con el vicepresidente, Mike Pence, y su relación con el abogado Rudolph Giuliani, uno de sus defensores más firmes, también se fractura, según fuentes cercanas al letrado.
Incluso Trump ordenó a sus asistentes que no paguen los honorarios legales de Giuliani, y exigió que él personalmente apruebe cualquier reembolso por los gastos en los que incurrió este, alrededor de 20 mil dólares, mientras viajaba para impugnar los resultados electorales en estados clave.