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WASHINGTON/Xinhua
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer una orden ejecutiva para comenzar de manera oficial el proceso de desmantelamiento del Departamento de Educación y dijo que su administración devolverá la educación a los estados. Más allá de “las necesidades esenciales, mi administración tomará todas las medidas legales para cerrar el departamento”, dijo Trump en un discurso en la Casa Blanca. “Vamos a cerrarlo y lo cerraremos tan rápido como sea posible”, añadió Trump. Además de destacar que el Departamento de Educación “no nos está haciendo ningún bien”, para lo cual citó el bajo desempeño en lectura y matemáticas entre los estudiantes de nivel primaria, secundaria y preparatoria de Estados Unidos, Trump dijo que su administración devolverá la educación a los estados. El presidente estadounidense destacó que las funciones del departamento, como las becas Pell, Título I, y los fondos para niños con discapacidades y necesidades especiales, “se conservarán completamente” y serán “redistribuidos entre algunas otras agencias y departamentos”. Las becas Pell son una forma de apoyo financiero federal que ayuda a estudiantes universitarios de bajos ingresos a pagar la colegiatura.
El Título I proporciona financiamiento federal a distritos escolares y escuelas que atienden a un alto porcentaje de estudiantes de familias de bajos ingresos, y se concentra en mejorar las oportunidades educativas para los estudiantes desfavorecidos. “La administración Trump está negando a la próxima generación los recursos que necesita para tener éxito con el fin de pagar exenciones fiscales para los multimillonarios. Esta es una traición a los estudiantes, los padres de familia y los educadores”, señalaron Grace Meng, presidenta del Caucus Asiático-Pacífico-Americano del Congreso, y el presidente del Grupo de Trabajo sobre Educación, el representante Mark Takano, en una declaración conjunta. “Esta es una decisión ilegal y el Congreso no debe ceder su autoridad ante esta orden”, indicó la declaración.
El establecimiento y desmantelamiento de las agencias federales por lo general requieren la aprobación del Congreso por medio de una legislación. Si Trump quiere cerrar el Departamento de Educación, esto debe pasar por un proceso legislativo en el Congreso. Aún no es claro cómo procederá con esta orden ejecutiva. Trump ha criticado durante mucho tiempo al Departamento de Educación y ha argumentado que a pesar de la significativa inversión federal en educación, la calidad de la educación no ha cumplido con las expectativas, para lo cual citó las deficiencias de los estudiantes estadounidenses en lectura, matemáticas y otras áreas. Al mismo tiempo, Trump ha acusado al departamento de estar lleno de individuos con ideologías de izquierda, e incluso lo describió como un semillero de “radicales, fanáticos y marxistas” y considera que estos individuos han acrecentado su poder por medio de una orientación y regulación excesivas. Trump aboga devolver la autoridad educativa a los estados con el fin de evitar una excesiva intervención federal. Con anterioridad, el Departamento de Educación realizó despidos masivos.
De acuerdo con informes previos de los medios estadounidenses, el departamento, que originalmente tenía 4.000 empleados, reducirá a la mitad su fuerza laboral. Trump dijo hoy que “la reducción de la fuerza (laboral)” ha sido exitosa. “Redujimos el número de burócratas a la mitad, en un 50 por ciento”, señaló.
