Washington/AFP
El presidente Donald Trump criticó la investigación sobre la supuesta colusión de su equipo de campaña con Rusia, calificándola como la «mayor caza de brujas» en la historia de Estados Unidos.
«¡Ésta es la mayor caza de brujas individual de un político en la historia estadounidense!», escribió Trump en Twitter, un día después de que el exjefe del FBI Robert Mueller fuera designado como investigador especial de la supuesta injerencia rusa en las pasadas elecciones estadounidenses.
También vía Twitter, Trump acusó al anterior presidente Barack Obama y a su rival demócrata en las elecciones, Hillary Clinton, de «actos ilegales» que no especificó.
«Con todos los actos ilegales que tuvieron lugar en la campaña de Clinton y la administración Obama, ellos nunca tuvieron un consejero especial designado», escribió en alusión al investigador especial.
La incertidumbre política en Washington afectaba este jueves al dólar y a los mercados mundiales: Wall Street y las bolsas europeas también abrieron este jueves a la baja, prudentes ante las dificultades de Trump, lo mismo que el mercado del petróleo en Nueva York.
La bolsa de Tokio cerró con caídas por el desplome de la divisa estadounidense, sin que el anuncio de las buenas cifras de crecimiento en Japón permitieran revertir la tendencia.
Investigación exhaustiva
El Departamento de Justicia nombró el miércoles a Mueller como investigador especial, en un ambiente de creciente crisis política en Estados Unidos.
Trump insistió el miércoles en su inocencia y expresó su confianza en que una «investigación exhaustiva» mostrará que efectivamente su campaña electoral no tuvo ayuda de ninguna «entidad extranjera».
Desde su investidura, el 20 de enero, Trump busca desesperadamente poner punto final a la controversia por sus supuestas relaciones con Rusia durante la campaña, pero desde entonces el problema no ha cesado de crecer y ahora ya amenaza paralizar su presidencia.
Estas investigaciones se centran en las sospechas de injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales para favorecer a Trump, y la eventual colusión de su comité de campaña con esos esfuerzos.
Este miércoles, el fiscal general interino, Rod Rosenstein, determinó que «es de interés público que ejercite mi autoridad e indique un investigador especial para asumir responsabilidad en este caso».
Para ponerse al frente de esas investigaciones Rosenstein escogió al abogado Robert Mueller, quien fue director del FBI entre 2001 y 2013.
En respuesta, dijo esperar «que esta cuestión sea concluida rápidamente».
En el último capítulo de la interminable crisis, pende ahora sobre el presidente la sospecha de haber intentado presionar en febrero al entonces director FBI, James Comey, para poner punto final a esta investigación, un gesto que de confirmarse constituiría obstrucción de justicia.
Trump despidió sorpresivamente a Comey la semana pasada, lo que aumentó las críticas en su contra.
Flynn había informado que era investigado
En tanto, el diario The New York Times reveló que el general retirado Mike Flynn, el despedido asesor de seguridad nacional de Trump, había informado al equipo de transición del entonces presidente electo que era objeto de una investigación federal, pero igualmente fue designado en ese puesto.
El periódico, citando a dos fuentes familiarizadas con el caso, informó que Flynn le había contado al abogado jefe del equipo de transición presidencial, Don McGahn, sobre la investigación el 4 de enero, semanas antes de que asumiera ese sensible cargo.
Flynn, quien terminó siendo despedido de su cargo de asesor apenas 24 días después de haberlo asumido, está en el centro de la compleja investigación federal por la supuesta interferencia rusa en elecciones.
La Casa Blanca había afirmado que Flynn fue despedido por engañar al vicepresidente Mike Pence sobre una conversación telefónica con el embajador ruso, durante la cual supuestamente hablaron sobre vías para suavizar las sanciones estadounidenses a Rusia.
Información traspasada a Rusia
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó este jueves su confianza «en todos los aliados» a la hora de compartir informaciones sensibles, después de la polémica sobre información confidencial facilitada por Trump al canciller ruso, Serguei Lavrov.
«Confío en todos los aliados y estoy absolutamente seguro de que son capaces de compartir y manejar esta información de manera adecuada», aseguró Stoltenberg, a su llegada a una reunión de los ministros de Defensa de la UE en Bruselas.
Según el Washington Post y otros medios, Trump divulgó informes altamente reservados sobre una operación preparada por el grupo yihadista Estado Islámico, durante un encuentro con Serguei Lavrov y el embajador ruso en Estados Unidos, Serguei Kisliak.
Trump habría incluso mencionado la ciudad en Siria donde se detectó esta amenaza, algo que podría poner en peligro directamente a la fuente. El gran aliado de Estados Unidos en la región, Israel, habría comunicado esas informaciones, que Washington no podía retransmitir a otros países.