Por Aldo Gamboa
Washington/AFP
El presidente estadounidense Donald Trump envió al Congreso una lista de «prioridades y principios» para la definición de una política migratoria, que endurece dramáticamente el combate a la inmigración ilegal y abre un nuevo flanco de enfrentamiento político en el poder legislativo.
Entre las «prioridades» definidas por la Casa Blanca relativas a la legislación migratoria se destaca la construcción completa de un «muro en la frontera sur», un proyecto que Trump lanzó en su campaña electoral y que el Congreso evitó discutir en profundidad hasta ahora debido a su costo astronómico.
«Una significativa barrera física en nuestra frontera sur es vital para prevenir la infiltración por parte de cárteles, criminales, traficantes, contrabandistas y amenazas a la seguridad pública y nacional», se lee en uno de los documentos enviados al Congreso.
Trump también definió como prioritario el refuerzo de la capacidad de vigilancia y control migratorio, tanto en las fronteras como en el interior del país, y la adopción de un sistema migratorio basado en méritos, que elimina lo que denomina la «cadena migratoria familiar».
Entre las medidas concretas propuestas por la Casa Blanca se incluye una reforma completa del sistema de asilo para evitar el «abuso» y la adopción de un mecanismo de remoción rápida de menores que ingresan clandestinamente al país sin la compañía de adultos.
También pide el drástico recorte de fondos federales a las llamadas «ciudades santuario», que se niegan a cooperar en la identificación de inmigrantes en situación irregular, y la contratación de 10.000 nuevos agentes fronterizos.
El envío de este duro paquete de propuestas al poder legislativo coincide con una delicada negociación en el Congreso, entre demócratas y republicanos, para hallar una salida a la situación de unos 600.000 inmigrantes que se habían beneficiado de un plan de regularización, ahora suspendido por la Casa Blanca.
Esos inmigrantes, llamados ‘Dreamers’, pasaron por un proceso de regularización de su situación después de haber ingresado al país en su infancia, pero a partir de 2018 enfrentan el riesgo de la deportación porque el programa que los protegía no será renovado.
«Más allá de lo razonable»
Los líderes del Partido demócrata en el Congreso, el senador Chuck Schumer y la representante Nancy Pelosi, emitieron una nota donde afirmaron que la lista de Trump representa un obstáculo a las negociaciones en marcha.
La lista de la Casa Blanca «incluye el muro (en la frontera con México),que había sido explícitamente descartado de las negociaciones, alegaron los legisladores.
Según Schumer y Pelosi, el Partido demócrata estaba dispuesto a negociar «medidas razonables de seguridad fronteriza» que incluya una solución a la situación de los ‘Dreamers’, «pero esta lista va mucho más allá de lo razonable», afirmaron.
El gobierno, sin embargo, reaccionó rápidamente. El Fiscal General y Secretario de Justicia, Jeff Sessions, dijo que «aplaudía» el gesto de Trump y llamó al Congreso a que «apruebe rápidamente estas propuestas sensatas en una ley».
Según Sessions, «en las últimas décadas el respeto por el imperio de la ley se ha roto, y la aplicación de la normativa migratoria fue sacrificada por razones políticas», por lo que esa situación «no puede continuar».
Por su parte, la secretaria interina de Seguridad Interna, Elaine Duke, apuntó en una nota oficial que el paquete de prioridades y principios enviado por Trump al Congreso se propone «aplicar la legislación migratoria, asegurar nuestra frontera y proteger a los estadounidenses».