Nueva York/AFP
El presidente electo Donald Trump se entrevista este jueves en Nueva York con el primer ministro nipón Shinzo Abe, mientras sigue reuniéndose con más candidatos a ocupar posiciones clave en la Casa Blanca en medio de una ola de especulaciones.
Abe será recibido en la emblemática y opulenta Torre Trump, convertida en cuartel general del magnate inmobiliario donde, nueve días después de su victoria, continúa parapetado intentando negociar con la máxima discreción el diseño de su gobierno.
Minutos antes de emprender el viaje a Estados Unidos, el primer ministro nipón dijo a la prensa sentirse honrado por poder reunirse con el presidente electo «antes que ningún dirigente del mundo».
«Me gustaría abordar nuestros sueños de futuro», precisó.
El magnate sostuvo durante su campaña tener la intención de retirar a los soldados estadounidenses destinados en el sur de la península coreana y del archipiélago nipón, a cambio de un aumento significativo de los intercambios económicos entre ambos países.
Trump también tiene previsto recibir durante el día al exsecretario de Estado Henry Kissinger, de 93 años.
En una entrevista concedida a la revista The Atlantic, el influyente diplomático republicano afirmó que el próximo presidente estadounidense puede favorecer que la política nacional y exterior del país se rijan por la «coherencia».
Más nombres
Más allá de estos encuentros, la atención sigue centrada precisamente en la persona que dirigirá la diplomacia estadounidense.
El nombre del exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, de 72 años, quien apoyó inquebrantablemente a Trump durante la campaña, suena con mucha fuerza.
Sin embargo, varios medios locales apuntan a que el multimillonario considera que Giuliani, apartado de la vida política desde hace 15 años, puede enfrentarse a un conflicto de intereses si es secretario de Estado, principalmente por sus vínculos con una compañía petrolera venezolana.
El exembajador ante la ONU John Bolton y el senador Bob Corker, presidente de la comisión de Relaciones Extranjeras, son otros de los mejor posicionados para ocupar el cargo.
Pero las cadenas de televisión CNN y MSNBC aseguraron que la gobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, hija de padres indios, también es una de las favoritas para liderar la diplomacia estadounidense.
El senador ultraconservador Ted Cruz, que compitió con Trump en las primarias republicanas, fue visto en el cuartel general del presidente electo, lo que avivó los rumores sobre su posible nombramiento como secretario de Justicia, de acuerdo con la agencia Bloomberg.
Mientras, el general retirado Michael Flynn podría convertirse en consejero de Seguridad Nacional, según la prensa. El militar dirigió la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) entre 2012 y 2014, pero abandonó el puesto por sus diferencias con el personal de la institución y el gobierno.
El diario Wall Street Journal, de su lado, señaló que el exgobernador de Texas Rick Perry, que también participó en las internas republicanas, opta al cargo de secretario de Energía.
29 líderes mundiales
El silencio hasta ahora guardado por el presidente electo sobre la evolución del diseño del futuro gobierno ha levantado una ola de rumores, muchos apuntando a que el proceso está siendo «caótico».
Por eso Trump decidió despejar personalmente las dudas a través de varios mensajes en su cuenta de Twitter entre el martes y el miércoles.
«Proceso muy organizado mientras tomo decisiones sobre el gobierno y otras posiciones. Soy el único que sabe quiénes son los escogidos!», escribió.
El magnate también desmintió tajantemente un artículo del periódico The New York Times sobre los problemas que enfrenta el traspaso de poderes, afirmando que la transición destaca por su «fluidez».
Ante esta situación, el equipo de transición anunció la noche del miércoles la celebración de reuniones informativas diarias con la prensa y desveló la lista de los 29 líderes mundiales con los que Trump y su vicepresidente Mike Pence han hablado desde las elecciones.
El magnate también se vio el miércoles con el alcalde demócrata de Nueva York, Bill de Blasio, quien le advirtió que su ciudad hará todo lo posible para proteger a los inmigrantes, en respuesta a la decisión de Trump de expulsar a hasta tres millones de personas sin papeles en cuanto asuma el poder.
«Nueva York es la ciudad de los inmigrantes», destacó el político. «Le he dicho que estamos preocupados».
«Le reiteré que esta ciudad y otras ciudades a través del país harán todo lo posible para proteger a nuestros residentes y para asegurarnos que las familias no sean destrozadas», dijo de Blasio a periodistas tras reunirse en la Trump Tower con el outsider republicano que llegará a la Casa Blanca el 20 de enero.