Por Sarah Benhaida
Ramala, Territorios Palestinos/AFP
El presidente estadounidense, Donald Trump, da unos primeros pasos prudentes en el semillero del conflicto israelo-palestino al enviar en misión a su asesor para las negociaciones internacionales, Jason Greenblatt, y sondear cómo revitalizar el moribundo proceso de paz.
Greenblatt se entrevistó durante cinco horas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el lunes en Jerusalén, informaron las dos partes en un comunicado conjunto.
Este martes será el turno del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, quien recibirá a Greenblatt en Ramala, en Cisjordania ocupada. Será el primer encuentro cara a cara entre un enviado de la administración Trump y el líder palestino.
Frente a Netanyahu, Greenblatt reiteró el compromiso de Trump de garantizar la seguridad de Israel y la voluntad del presidente estadounidense «de ayudar a israelíes y palestinos a alcanzar una paz duradera».
Ésta sólo será posible a través de «negociaciones directas», agregó, reiterando implícitamente la oposición de Trump a cualquier solución impuesta por la comunidad internacional.
Greenblatt, abogado durante décadas en el grupo Trump, está a cargo de las negociaciones de acuerdos comerciales de todo tipo, pero también del insoluble conflicto israelo-palestino.
Trump escogió, según sus palabras, a uno de sus consejeros «más cercanos» capaz de «forjar consensos en temas difíciles y sensibles».
Greenblatt necesitará todo su arte para ayudar a Trump a resolver una situación en la que todos sus predecesores fracasaron.
El esfuerzo de paz desfallece desde el fracaso de la última iniciativa estadounidense en 2014. Una parte de la comunidad internacional está preocupada ante la perspectiva de que se renuncie a una solución con dos Estados.
La creación de un Estado palestino junto al de Israel sigue siendo la solución de referencia para la comunidad internacional.
Trump sembró dudas sin embargo al parecer tomar distancia de esta solución cuando recibió el primer ministro israelí el 15 de febrero.
El comunicado publicado luego del encuentro entre Netanyahu y Greenblatt no hace referencia a esta máxima.
‘Viaje de orientación’
Por su parte, Abas reafirmó su apego a esta solución en ocasión de su primera entrevista telefónica con Trump, el pasado viernes.
El presidente estadounidense alarmó a la dirigencia palestina con declaraciones muy favorables a Israel durante su campaña electoral, como por ejemplo la promesa de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén y el nombramiento de un embajador favorable a la colonización.
La Casa Blanca también tomó su tiempo para contener los ardores de colonización cuando Netanyahu anunció la autorización de construcción de más de 5.000 viviendas en Cisjordania pocos después de la investidura de Trump.
El presidente estadounidense terminó pidiendo a Netanyahu que se contuviera por un tiempo.
El gobierno de Netanyahu, considerado como el más a la derecha en la historia del Estado hebreo, incluye a numerosos defensores de la colonización en los territorios palestinos ocupados. Algunos incluso defienden abiertamente la anexión de Cisjordania.
La visita de Greenblatt coincide con los esfuerzos de miembros de la mayoría israelí en el poder para que se adopte una ley de anexión de la importante colonia de Cisjordania Maale Adumin.
Netanyahu intentaba este martes aplazar el análisis en comisión de este proyecto de ley que podría causar una primera crisis con la administración Trump.
Luego de su encuentro con Trump el 15 de febrero, Netanyahu indicó que había convenido con la administración estadounidense instaurar un mecanismo común para que la colonización no fuera más un tema de discordia, como fue el caso durante la administración de Barack Obama.
Greenblatt fue comisionado por Trump para implementar el mecanismo, pero Washington advirtió que no había que esperar un resultado espectacular de su misión.
Su visita a la región es un «viaje de orientación», «la primera de una serie a la región», explicó el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.